• Organismos civiles lanzan nuevo llamado a la ONU para que tome el control.
• Denuncian levantón de testigos de la masacre en el mismo fraccionamiento.
Diversos actores se manifestaron después de la masacre del sábado pasado y de que el gobierno mexicano respondiera al estupor social con la promesa de una nueva estrategia en Cd. Juárez, aunque apenas a mediados del mes pasado ya se había implementado un nuevo esquema en dicha localidad. Por una parte sectores empresariales y organismos civiles reiteraron su petición de que tomen el control de la ciudad cascos azules de la ONU, argumentando esta necesidad con base en cifras como que existen 10 mil huérfanos por la violencia o que 60 mil familias han tenido que emigrar a El Paso. La petición fue casi de inmediato descartada por la Segob quien señaló que “hay reservas institucionales en el país para hacer frente al problema”. Trascendió que el Gabinete de seguridad estuvo reunido para tratar de definir la nueva estrategia que podría incluir una mayor presencia militar en el Estado.
Por otra parte vecinos del fraccionamiento Villas de Salvarcar levantaron quejas ante la CEDH por la tardanza de la policía en acudir al lugar y porque militares habrían obstaculizado el ingreso de los servicios médicos para los heridos. Reforma reportó hoy que la noche de ayer un comando armado habría ingresado al fraccionamiento citado y se habría llevado a 4 jóvenes que fueron testigos de la matanza. La información es confusa, pues los encapuchados se habrían identificado como agentes ministeriales, pero las autoridades estatales negaron información a los familiares. Según datos extraoficiales, 3 jóvenes ya habrían sido liberados, mientras que uno permanecería detenido por sospechas de haber dado información a los sicarios antes de la masacre.