En Yucatán y en México, los derechos humanos son de algunos

Robert Tzab, sin justicia
Robert Tzab, sin justicia

El sábado 10 de diciembre se conmemoró el Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; sin embargo, en México hace falta mucho trabajo para poder realmente celebrar la vigencia de estas garantías. En este sentido, la organización Indignación, de Yucatán, emitió un pronunciamiento en donde señalaron los principales pendientes que en el estado existen en relación a la vigencia de los derechos humanos. Entre ellos se encuentran los siguientes:

– Robert Tzab murió en la cárcel de Tekax en condiciones que obligan a sospechar tortura. A pesar de que el Ombudsman emitió una recomendación, no mencionó la palabra tortura; por lo tanto, el crimen continúa en la impunidad.

– Hay cientos de mujeres asesinadas que nunca podrán ser reconocidas como víctimas de feminicidio porque en su entidad no existe este delito en el código penal. Además, hay mujeres que sufren violencia y que, a pesar de haberla denunciado, continúan en situación de vulnerabilidad, sin que el Estado les garantice protección ni justicia.

– Miles de mayas continúan sin tener su reconocimiento a la autonomía.

– Todas las personas de la comunidad LGBT viven sin la plenitud de la vigencia de sus derechos humanos.

– Miles de adolescentes y jóvenes no tienen derecho a la educación superior, pues en sus pueblos tan sólo hay educación básica. Esto propicia que la migración comience a una edad más temprana.

Yucatán es muestra de lo que pasa en el resto del territorio mexicano. La gravedad de su situación es comparable con la violencia que viven otros estados y la falta de garantías para defenderse y luchar por lo que a cada quien corresponde. Es, entonces, el 10 de diciembre, fecha oportuna para hacer recuentos de violaciones a derechos humanos, pero también, para seguir documentando la esperanza a través de las distintas luchas que no se cansan de emerger.