El día de ayer, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) dio a conocer que el cuerpo de su compañero y defensor de los derechos humanos, Trinidad de la Cruz Crisóstomos, fue localizado en el municipio de Aquila, Michoacán. Según la nota de La Jornada, el cuerpo tenía cuatro impactos de bala, huellas de tortura, las manos atadas y la oreja izquierda casi desprendida.
Don Trino, como era conocido por la comunidad de Santa María Ostula, tenía 72 años y se había desempeñado como un líder comunero que luchaba a favor de conservar las tierras para quienes son sus propietarios originales. Desde el 25 de septiembre de 2010 contaba con medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); sin embargo, éstas no se cumplieron nunca a cabalidad. En este sentido, la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) considera que el crimen perpetuado contra Don Trino es una ejecución extrajudicial, toda vez que, al retirarse la P0licía Federal de la zona de resguardo, se generaron condiciones de omisión y/o complicidad con los delincuentes para que se llevara a cabo el homicidio.
Por otra parte, también el día de ayer el MPJD dio a conocer que Eva Alarcón y Marcial Bautista, también miembros de esta organización, fueron privados de su libertad el martes 6 de diciembre a las 11 de la noche, mientras se trasladaban en un autobús comercial de Petatlán a Chilpancingo, Guerrero. Ambos pertenecen a la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán y ya habían solicitado medidas de protección por las amenazas que habían recibido.
Ante esta situación de suma gravedad y emergencia, el Centro Prodh manifiesta su indignación y profundo pesar por las muertes y desapariciones forzadas de las y los defensores de derechos humanos. Asimismo, exigimos a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que de forma urgente implementen de manera efectiva las medidas cautelares dictadas por instancias nacionales e internacionales.