Señalan retos de los pueblos indígenas ante el Covid-19

Ciudad de México, 09 de agosto de 2021. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, José Francisco Cali Tzay, declaró con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas que persisten severos desafíos para ellos debido a la COVID-19, transcurrido más de un año desde surgimiento de la pandemia; advirtió que es especialmente preocupante que incluso los esfuerzos de recuperación estén causando impactos negativos para los pueblos indígenas.

«Las medidas de recuperación económica han priorizado y apoyado la expansión de las actividades empresariales a expensas de los pueblos indígenas, sus tierras y el medio ambiente. A nivel mundial, la pandemia de COVID-19 ha sido un catalizador para que los Estados promuevan megaproyectos sin consulta adecuada a los pueblos indígenas», lamentó el relator.

A fin de evitar que esta situación se agudice, Cali Tzay instó a los Estados a involucrar a representantes, líderes, lideresas y autoridades tradicionales de los pueblos indígenas, incluidos quienes viven en áreas urbanas, en el diseño e implementación de las políticas de recuperación.

«Para conmemorar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, también me gustaría reconocer la resiliencia de los pueblos indígenas y el ejercicio de su derecho a la autodeterminación para responder a la pandemia de COVID-19, a pesar de las adversidades que enfrentan», agregó.

El relator consideró que para que realmente se reconstruya mejor que en tiempos prepandémicos, cuando los pueblos indígenas ya experimentaban múltiples formas de discriminación racial, social y económica, los Estados deben intensificar su apoyo a las soluciones lideradas por los propios pueblos indígenas y colocar los derechos de los pueblos indígenas a la autodeterminación y la tierra en el centro de los esfuerzos de recuperación de la COVID-19, en línea con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. 

Por sumarte, el secretario general de la ONU consideró que «necesitamos un nuevo contrato social que restablezca y honre los derechos, la dignidad y las libertades de quienes han sufrido tantas privaciones durante tanto tiempo, y para ello es fundamental el diálogo genuino, la interacción y la voluntad de escuchar. Disponemos ya de los instrumentos necesarios para tal fin, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el documento final de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas».