Ciudad de México, 27 de septiembre de 2019. Miles de personas se vieron convocadas a las calles en el quinto aniversario de los hechos de Iguala, cuando 43 normalistas de Ayotzinapa fueron víctimas de desaparición forzada, 6 personas fueron ejecutadas (3 de ellas, estudiantes) y decenas más fueron heridas.
Las familias reconocieron la solidaridad, sostenida por más de mil 800 días, y señalaron: «Cinco años de sufrimiento, de dolor, pero damos las gracias de que nos sigan acompañando. Nosotros sentimos un gran apoyo».
El ánimo de las familias de los normalistas en esta nueva etapa -con la conformación y puesta en marcha de la Comisión presidencial y la fiscalía especial- fue sintetizado por don Mario González, padre de César Manuel: «Tenemos esperanza porque tenemos empeñada la palabra del presidente», afirmó, pero «es el momento de ser un poco más duro con las dependencias que no quieren dar información. Con discursos y buena voluntad no vamos a llegar a la verdad».
En una tarde perdonada por la lluvia, los ríos de sindicalistas, estudiantes, colonos, campesinos y amas de casa entraron en la plancha del Zócalo para escuchar a las familias refrendar que «no olvidamos ni perdonamos», y a los normalistas clamar por la vuelta de sus compañeros.
Las familias reconocieron el cambio entre las dos administraciones federales, pero don Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete, advirtió: «Que los hechos nos digan si realmente es un gobierno comprometido con la verdad. Vamos a seguir empujando y exigiendo. Aún no existe verdad ni justicia».