Ciudad de México, 25 de junio de 2019. Familiares de los normalistas de Ayotzinapa protestaron en las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para exigir que deje de criminalizar a las víctimas.
Madres y padres expresaron que la difusión del video de la asfixia y toques eléctricos a una persona detenida en el caso -cuya situación fue calificada por el organismo nacional como «trato cruel» y no como tortura- confirma que el informe de la CNDH en el caso contiene diversas irregularidades.
Ayer, la Oficina en México de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU y organizaciones acompañantes de las familias de los normalistas llamaron la atención sobre la impunidad en la que se mantiene la tortura perpetrada por funcionarios encargados de las indagatorias en el caso.
Serapaz, Tlachinollan, Fundar y el Centro Prodh, organizaciones acompañantes de las familias, señalaron que este material gráfico confirma que la investigación de la desaparición de los normalistas recurrió a prácticas violatorias a derechos humanos.
La ONU-DH condenó categóricamente los actos de tortura y reiteró el principio inderogable de la prohibición absoluta de la tortura. “Tal como lo mencionó la Alta Comisionada de la ONU-DH, Michelle Bachelet, en su reciente visita a México, la tortura no tiene cabida en un Estado comprometido con los derechos humanos”, recordó Jan Jarab, Representante de la ONU-DH en México.
«En respuesta a señalamientos como el de la ONU, la Procuraduría General de la República (PGR) -hoy Fiscalía General de la República- negó haber construido la llamada “verdad histórica” con base en torturas y afirmó que solamente verificó vejaciones en 2 casos. Empero, a más de cuatro años ni siquiera en esos dos casos aceptados se ha actuado legalmente contra los responsables. Esa inercia se ha sostenido incluso en el tránsito hacia la FGR, ya en esta administración», denunciaron las organizaciones acompañantes.
Agregaron que la CNDH, en su Recomendación sobre Ayotzinapa, evaluó 72 casos en los que recibió quejas por tortura, de los cuales concluyó que sólo en 8 de ellos hubo tortura. En particular, respecto del detenido mostrado en el video, la CNDH expresamente concluyó que no había evidencia de que se le hubiera sometido a asfixia o cargas eléctricas, pese a la abundancia de prueba y pese a la reiterada denuncia del propio detenido.