Ciudad de México, 06 de junio de 2019. «No debió morir». Es el grito de padres, madres y sociedad indignada ante el nombre de cada uno de los 49 niños y niñas fallecidos en la guardería ABC hace diez años. Un grito que han repetido hasta la saciedad y que encierra el reclamo que no cambia: el esclarecimiento de las circunstancias en que se inició el incendio y la rendición de cuentas de todas las personas responsables.
Las movilizaciones en Hermosillo, Sonora, y en la Ciudad de México parecen diferentes pero encierran el mismo dolor que contagia y levanta indignación. Imposible no conmoverse ante la tenacidad y el amor que sostienen a estas familias golpeadas en lo más preciado.
En la Ciudad de México, padres, madres y personas solidarias instalaron zapatitos de bronce de las y los bebés fallecidos en el antimonumento, ubicado frente a las oficinas centrales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Reforma 476. Luego, bajo un cielo gris y una lluvia que no cedió en toda la tarde, arrancó la marcha silenciosa con decenas de personas portando los rostros de quienes hoy deberían estar entrando en la adolescencia.
El imponente silencio era interrumpido ocasionalmente por el conteo hasta 49 y los gritos: «No debió morir»; «Justicia», y «Ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos». Las lágrimas asomaron a los rostros empapados de las madres y padres que perdieron en una bodega acondicionada como guardería a sus bebés, de las tías y tíos que acompañan este dolor, de las personas que veían los tiernos rostros de las víctimas. Algunos niños, que no llegaron a conocer a sus hermanitos mayores, caminaban chapoteando entre los charcos.
Solidarias, las familias hicieron un parada en el antimonumento de Ayotzinapa para reclamar, uno a uno, la presentación con vida de los normalistas.
En Hermosillo se realizó una marcha multitudinaria de la Guardería ABC con destino a la Plaza Zubeldía. Centenares de personas esperaban su turno para incorporarse a la manifestación y expresarle a las familias en duelo que no las han dejado solas, como reclamaba una pancarta, y que el reclamo de justicia está muy lejos de apagarse.
Las familias han sostenido toda una década que no se han esclarecido las causas de la tragedia y que los procesos penales les han denegado la justicia, pues ni todos los dueños de la guardería ni los funcionarios federales de medio y alto nivel que con responsabilidades en los hechos fueron tocados por la investigación; dos de los empresarios beneficiarios del esquema de subrogación de las estancias infantiles se vieron beneficiados con una resolución absolutoria anticipada, mientras que contra funcionarios como el entonces director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), su sucesor, el exgobernador de Sonora y la Coordinadora Nacional de Guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social, la Procuraduría General de la República (PGR) no presentó consignación ante ninguna autoridad jurisdiccional.
Por la mañana, se conoció que el gobierno federal busca ampliar la denuncia penal que interpuso el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ante la Fiscalía General de la República (FGR), por lo que analiza si el ex gobernador de Sonora Eduardo Bours es el único que debe ser acusado o se incluyen a 25 ex funcionarios de los tres órdenes de gobierno que fueron vinculados con el caso.