Ciudad de México, 04 de junio de 2019. La detención como política migratoria debe terminar, afirmaron 24 organizaciones de derechos humanos de Estados Unidos, México y Centroamérica que realizaron una misión de observación a la frontera sur de México.
Entre los principales hallazgos negativos de la caravana, que estuvo en Chiapas en los últimos días de mayo, se destaca: que la Policía militar participa en operativos de control migratorio, sin que tengan claridad sobre sus funciones y facultades; que se intensifica y recrudece la detención migratoria como estrategia de desgaste, control y disuasión de la migración y que se obstaculiza y se criminaliza la solidaridad y la labor de defensa de derechos humanos.
Las organizaciones manifestaron su especial preocupación por la separación familiar, la privación de libertad de niñas, niños y adolescentes y las precarias condiciones de los «campos de refugiados», que llevan a la población a tener padecimientos graves de salud.
Los académicos y activistas también manifestaron la posibilidad de que los esfuerzos de los organismos internacionales que trabajan en terreno sean insuficientes para mejorar la situación de las personas migrantes.
«Observamos con especial alarma que aumenta la estigmatización y criminalización de la migración, derivando en la negación del derecho al debido proceso y a contar con una defensa en los procedimientos migratorios», agregaron.
La Caravana exige al Gobierno federal transitar de una política de Estado en materia de movilidad humana basada en la seguridad nacional, a una centrada en la seguridad humana, e hizo énfasis en que el respeto y protección de los derechos humanos de las personas en movilidad no pueden subordinarse a los intereses económicos y comerciales en el marco de las relaciones internacionales.