*El organismo encabezado por Luis Raúl González Pérez incurre en graves omisiones, especulaciones, sesgos y errores, explican.
Ciudad de México, 30 de noviembre de 2018. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) -con más de 30 años de trayectoria en más de 50 países trabajando para tribunales nacionales e internacionales, organizaciones de las sociedad civil y familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos- discrepó «profundamente» con una parte importante de las formulaciones del ámbito forense contenidas en la Recomendación 15VG/2018 presentada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre el caso Iguala.
De acuerdo con el prestigiado equipo -que interviene en el caso de los normalistas desaparecidos como cuerpo de perito independientes a solicitud de la familias desde octubre de 2014-, el documento de la CNDH incurre en graves omisiones, especulaciones, sesgos y errores al retomar el informe realizado por el EAAF sobre el Basurero de Cocula. «Asimismo, el EAAF discrepa con una parte importante de las conclusiones que alcanza la citada recomendación de la CNDH en interpretación y conclusiones en relación con el Basurero de Cocula y los hallazgos supuestamente recuperados de una bolsa del Río San Juan, Cocula, según la PGR», abundó en un comunicado, por lo que llamó a los autores del texto de la CNDH a iniciar una mesa técnica forense en donde puedan discutirse a profundidad cada una de las graves discrepancias.
En febrero de 2016, el EAAF presentó un informe integral multidisciplinario de su análisis de más de 16 meses sobre el Basurero de Cocula, sitio que la «verdad histórica» ha insistido en señalar como el destino final de los normalistas. El documento concluye que es imposible que ahí se haya incinerado a los 43 estudiantes.
Al contestar a la CNDH, el EAAF sostuvo que si bien desde entonces se estableció la presencia de un número mínimo de 19 individuos en el sitio Basurero de Cocula, no se pudo establecer con certeza que alguno de los miles de restos encontrados ahí correspondiera a los estudiantes normalistas y, por el contrario, entre estos restos recuperados sí se encuentran algunos pertenecientes a personas distintas a los normalistas.
Tras señalar que los resultados de la selección de las piezas óseas de las que se podrían obtener resultados se encuentran en el expediente, las y los expertos señalaron que es «particularmente grave» la reinterpretación que realiza el organismo encabezado por Luis Raúl González Pérez de los resultados genéticos del laboratorio de la Universidad de Innsbruck en lo que hace al caso del estudiante desaparecido Jhosivani Guerrero de la Cruz.
«El informe de la CNDH omite incluir que la coincidencia genética por vía de ADN mitocondrial encontrada entre restos encontrados en el Río San Juan y posteriormente entre un fragmento del Basurero de Cocula con un familiar materno del joven Jhosivani Guerrero de la Cruz por el laboratorio de Innsbruck es extremadamente baja desde el punto de vista de probabilidad de parentesco. Es decir, que el resultado no alcanza un umbral aceptable científicamente en sí mismo para ser considerado como una identificación», explicó el EAAF, que resaltó que incluso la Universidad de Innsbruck habla de una coincidencia moderada, «dato que el informe de CNDH omite».
«En síntesis, por el momento no hay ninguna identificación de restos de los 43 estudiantes desaparecidos confirmada sobre restos que se hayan recuperado en el Basurero de Cocula», indicó.
En lo que hace a la sugerencia del organismo nacional relativa a que sí hubo un incendio en el sitio el día en el que los normalistas fueron desaparecidos, el EAAF aclaró que los análisis de imágenes satelitales y del subsuelo del Basurero de Cocula revelan que ha habido múltiples eventos de fuego a lo largo de varios años precisamente en esa zona del Basurero pero que no se encontró evidencia específica que pudiera ligar esos eventos de fuego en particular a la noche del 26 al 27 de septiembre del 2014, además de que el análisis de 17 tocones -fragmentos de tronco pegados a la raíz que permanecen visibles en el suelo después de que el tronco es cortado- y de la vegetación circundante no presentaron los daños esperables por un incendio de grandes dimensiones como el que supondría la incineración de los 43 estudiantes.
Las y los peritos explicaron que la estimación del crecimiento de la mayoría de las plantas en la zona principal de concentración de restos humanos «proveen una temporalidad mayor a la estimada si el fuego en donde se encontraron los restos se hubiera producido 30 días antes de la recolección de estas plantas por parte de peritos del EAAF y de la PGR. El informe de CNDH solo toma dos de estas plantas cuya temporalidad es menor, pero no menciona el resultado de otras 19 plantas con temporalidad mayor», finalizaron.