* La respuesta del Estado es descoordinada y militarista.
Ciudad de México, 23 de octubre de 2018. Decenas de organizaciones de la sociedad civil, académicas y refugios para migrantes exigen que se considere a la caravana de personas hondureñas en México como refugiadas y se les brinde la protección internacional a la que tienen derecho.
Las redes, organizaciones de la sociedad civil y academia señalaron que lo que se vive hoy en el sur de México no es una caravana de migrantes, sino un desplazamiento forzado, por lo que exigen a las autoridades mexicanas que se garantice su no devolución y que se brinde atención adecuada, que no se detenga a las personas en estaciones migratorias, lugares acondicionados para tal fin o privada de su libertad, mucho menos, las niñas, niños y adolescentes.
Las organizaciones pidieron que exista participación coordinada de las procuradurías de protección a la infancia, la COMAR y las Comisiones de Derechos Humanos (CNDH) para evaluar las necesidades de protección, brindar asistencia inmediata e instruir al Instituto Nacional de Migración (INM) para otorgar documentación requerida, coordinarse e informar a agencias de la ONU y organizaciones de la sociedad civil, sobre las acciones y estatus de las personas en todo momento. También se solicitó que el gobierno de México brinde información de los procedimientos migratorios y de asilo con apoyo de brigadas de ACNUR y organizaciones especializadas de la sociedad civil.
«Ante estos contextos, se reafirma la necesidad de transformar la política de estado en materia migratoria,las medidas que aquí se tomen, pueden representar una oportunidad para una reorientación y construcción por parte del Legislativo y Ejecutivo, de una política de Estado centrada en las personas y en sus derechos en México», consideraron.
Por su parte, organizaciones que trabajan en la frontera sur denunciaron que personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y de policías federal, estatal y municipal, contrario a la información oficial que ha circulado, han obstaculizado el acceso a territorio mexicano bajo diversos medios y gestionando únicamente el ingreso bajo la condición de someterse a una detención migratoria; señalaron que la respuesta del Estado sigue siendo militarista.
«Hoy al momento en que las personas se movilizaron de Ciudad Hidalgo a Tapachula, en el Puente de Guatemala- México, se mantuvieron otros cientos de personas, esperando a que les dejen entrar desde el pasado 19 de Octubre, sin asistencia humanitaria, a la intemperie, sin acceso a las condiciones mínimas de subsistencia, con la incertidumbre del tiempo que tendrán que esperar para la atención de las autoridades, ante la reducción de la respuesta por parte de INM y sin otras alternativas de recepción en Ciudad Hidalgo por el cierre del Albergue Temporal», denunciaron.