Ciudad de México, a 17 de agosto de 2018. Las autoridades migratorias mexicanas separan de sus familias a niños inmigrantes centroamericanos mayores de 12 años, lo que causa un «estrés tóxico» en los menores, alertó Dora Giusti, jefa de Protección a la Infancia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México.
En su informe «Desarraigados en Centroamérica y México», que aborda los flujos migratorios entre América Central y América del Norte, Unicef calcula que, entre 2016 y 2017, casi 60 mil menores de Guatemala, Honduras y El Salvador fueron retenidos en estaciones migratorias, en lugar de ser hospedados en albergues, como marca la ley.
El informe indica que al menos 286 290 migrantes que viajaban a Estados Unidos fueron interceptados en la frontera norte de México entre octubre de 2017 y junio de 2018. De ellos, 37 450 eran menores de edad que emprendieron la travesía en solitario y 68 560 eran unidades familiares, es decir padres, madres o algún familiar con menores de edad. Los menores que viajan solos suelen ser víctimas de explotación por parte de bandas criminales y violencia sexual en el caso de las chicas, así como discriminación y rechazo en las comunidades por donde pasan.
De acuerdo con el documento, unas 96 mil personas –incluidas 24 mil mujeres y niños– fueron retornadas a sus lugares de origen desde México y los Estados Unidos entre enero y abril de este año. En ese mismo periodo, 9 995 niños y adolescentes provenientes del Triángulo Norte de Centroamérica han sido detenidos.
Ante esto, Giusti pidió acelerar la reunificación de familias, tanto en México como en Estados Unidos, y advirtió que el impacto que tiene la separación y la detención puede generar repercusiones de por vida, como trastornos psicológicos. «Hacemos un llamado fuerte ante esta situación para que no se vuelva a repetir en ningún lado, ni en México ni en Estados Unidos u otros lugares», sentenció en declaraciones a Efe.
Giusti explicó que se han detectado casos de menores que pasan hasta tres meses detenidos, lo que les genera «una desesperación muy fuerte» y muchos de ellos prefieren ser retornados a sus países e intentar la travesía de nuevo antes que seguir encerrados y solicitar refugio. «Si no los trasladan a un albergue se desesperan y ya no quieren pedir refugio. Para ellos, México es la estación migratoria y no quieren vivir así», describió.
Ante este panorama, UNICEF considera que la detención, la separación familiar y la discriminación de los niños migrantes merecen una atención específica tanto en México como en Estados Unidos, enfocada en proteger los derechos, la salud y el futuro de todos estos menores, con independencia de su situación migratoria.
Para ello propone invertir en sistemas sólidos de protección de la infancia para salvaguardar a los niños migrantes de la explotación y la violencia y garantizar el cumplimiento de los procedimientos necesarios para determinar su interés superior; reforzar la coordinación regional para proporcionar servicios consulares y de protección eficaces para los niños en cualquier etapa de las rutas migratorias; aumentar la accesibilidad y la disponibilidad de alternativas a la detención para lograr poner fin a la práctica de detención de niños por su condición de migrantes; registrar el nacimiento de todos los niños migrantes, mantener unidas a las familias, ofrecer mecanismos de reunificación para las familias separadas y proporcionar distintas opciones para regularizar la condición jurídica de los niños migrantes; proporcionar atención integral y acceso a servicios que ayuden a los niños a ir a la escuela y permanecer sanos en los países de origen, tránsito y destino; abordar las causas que obligan a los niños a dejar sus hogares y proteger a los niños migrantes contra la discriminación y la xenofobia.
*Con información de Animal Político