Ciudad de México, 03 de agosto de 2018. El Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió una resolución contra el Estado mexicano y le ordenó hacer una investigación «imparcial, pronta y exhaustiva» en el caso de la violación de derechos humanos de la periodista Lydia Cacho, en un hecho inédito por los alcances casi jurisdiccionales de la decisión.
A la periodista y defensora de las niñas y mujeres se le acusó en 2005 de los delitos de difamación y calumnia por denunciar en su libro Los demonios del edén la existencia de una red de pederastas ligada a empresarios y gobernantes. Fue detenida en diciembre de 2005 en Cancún, presuntamente por policías, sin que fuera exhibida una orden de captura y llevada a Puebla en un vehículo del empresario textilero Kamel Nacif, señalado en el libro y quien fue su principal acusador. La ONU consideró acreditado que en el trayecto, la periodista fue víctima de tortura psicológica y física, tocamientos e insinuaciones sexuales y amenazas de muerte.
«A la luz de las declaraciones vertidas por el empresario en cuestión y por altas autoridades ejecutivas y judiciales del estado de Puebla, la detención de la autora no fue una medida necesaria ni proporcional, sino una medida de carácter punitivo, y en consecuencia, arbitraria», estableció el Comité.
Tras revisar el caso -que se presentó al comité en 2014-, se emitió un fallo este 31 de julio que determina que el Estado debe procesar, juzgar y castigar «con penas adecuadas» a las responsables de las violaciones de los derechos humanos de la comunicadora, además de ofrecer una «compensación adecuada» a Cacho y evitar futuras violaciones de los derechos de periodistas y defensores de las garantías para ejercer sus derechos, despenalizando en todo el país el delito de difamación y calumnia.
Se otorgó al Estado un plazo de 180 días para que responda a la resolución.
La ONU «identificó que en México existe un patrón de violencia sexual contra las mujeres detenidas», conductas que de manera regular «quedan impunes».