Ciudad de México, 26 de junio de 2017. En el marco del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) rechazó la utilización de la tortura como método de investigación criminal y condenó su aceptación y tolerancia como medio para extraer “confesiones”.
Jan Jarab, representante de la ONU-DH en México, sostuvo que «la tortura no hace a una persona culpable o inocente de un delito, la hace víctima de un delito», y recordó que la privación de la libertad de cualquier persona debe descansar exclusivamente en la existencia de evidencias suficientes, obtenidas de manera legal y que acrediten su responsabilidad en estricto apego al principio de presunción de inocencia.
La ONU-DH subrayó que la utilización de la tortura socava la credibilidad y la confianza en las autoridades y en el sistema de justicia. «Su comisión, además, propicia una doble injusticia al permitir que por el delito que se investiga pague una persona que podría no haber cometido el crimen en cuestión, y quien además ha sido victimizada cruelmente», explicó en un comunicado.
La Oficina alentó al Estado mexicano a redoblar sus esfuerzos para profesionalizar sus capacidades de investigación criminal e instó a las autoridades a construir las destrezas necesarias para documentar de manera independiente los casos de tortura, investigar y sancionar a los responsables, reparar a las víctimas y excluir las pruebas obtenidas mediante la transgresión del derecho a la integridad personal.
«Finalmente, la ONU-DH expresa su solidaridad con las víctimas de tortura y manifiesta su respaldo a las autoridades comprometidas con la erradicación de la tortura», expresó.