Ciudad de México, 19 de junio de 2017. Erick Uriel Sandoval Rodríguez, a quien la Procuraduría General de la República presentó como un presunto participante en el caso Ayotzinapa apodado «La Rana» o «El Güereque», es una persona ajena a los hechos y distinta de quien algunos testigos e indiciados señalan con ese apodo.
En un comunicado, la CNDH explicó que la dependencia federal estaba advertida desde octubre de 2017 de que Sandoval Rodríguez no era la persona a la que a seis imputados señalaban con dichos apodos, pese a lo cual lo detuvo y consignó de manera ilegal. Además, el organismo nacional puso a disposición de la PGR “evidencias indubitables” de quién es el hombre que responde a esos apodos, quien además se encuentra en California, Estados Unidos-. A pesar de ello, la PGR decidió seguir adelante el proceso judicial contra Sandoval Rodríguez por los delitos de delincuencia organizada y secuestro en agravio de los normalistas de Ayotzinapa.
“En lugar de proceder a realizar las diligencias pertinentes para remediar la irregularidad que ella misma produjo y que tiene a la persona equivocada en prisión, la autoridad ministerial federal hizo uso del tiempo que con prudencia espero la CNDH para dar a conocer a la opinión pública este asunto -precisamente con la finalidad de no entorpecer las investigaciones oficiales- para buscar evidencias que hasta hoy día después de tres años, ocho meses y 23 días, no han aparecido, para inculpar al detenido Erick Uriel Sandoval Rodríguez, lo cual, desde cualquier punto de vista es inaceptable”, lamentó la CNDH, quien además condenó que se traslade al detenido la carga de demostrar que no es la persona buscada por la PGR, y no al revés.
Las características que se describen los detenidos que señalan participación de «La Rana» (edad, lunar en la cara, cicatriz en muñeca de la mano izquierda, cicatriz o marca por el uso de “piercing” en ambas orejas, tatuajes de figuras de flama en ambos brazos y una rana en el lado superior izquierdo de la espalda), “no corresponden con las de Erick Uriel Sandoval Rodríguez”, afirmó la CNDH, que incluso practicó un examen médico pericial para descartar que se hubiera borrado los tatuajes. No sólo eso: el organismo nacional de derechos humanos se abocó a localizar al verdadero señalado, logrando la identificación de la persona que responde al nombre de “Édgar”.
“Conforme a lo que se ha expuesto, es claro que la PGR tuvo la oportunidad de enmendar el desacierto en este caso, pero algunos de sus servidores públicos declinaron hacerlo.
“La precipitación, la superficialidad y la falta de exhaustividad en las indagaciones de la PGR y de las instancias policiales federales, particularmente de agentes del Ministerio Público de la Federación y elementos de las Policías, Federal y Federal Ministerial propiciaron la detención equívoca de Erick Uriel Sandoval Rodríguez”, puntualizó la CNDH.