* El estudio, realizado en Australia, fue dado a conocer por Reforma y La Jornada.
Ciudad de México, 30 de mayo de 2018. Un estudio experimental realizado por 23 especialistas internacionales en materia de fuego ratificó una vez más que no es posible la destrucción total de la materia orgánica en la cremación de cuerpos por medio de una pira abierta, como presuntamente ocurrió con los 43 normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014, develaron hoy los diarios Reforma y La Jornada. Los restos humanos encontrados en el basurero no contenían material genético identificable pues estaban al punto de la incineración.
A esta conclusión ya habían llegado, con estudios y bajo disciplinas diferentes, tanto el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) como el Grupo Interdisciplinar de Expertos Independientes (GIEI), nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para supervisar la investigación del caso. Otro panel, que estudió el caso a iniciativa de la Procuraduría General de la República (PGR), no pudo tener resultados concluyentes y recomendó que se realizaran experimentos realistas.
En el nuevo estudio, publicado en la revista Fire Safety Journal, se señala que mediante pruebas realizadas con cuerpos de cerdos -que pesaban cerca de 70 kilogramos cada uno- se descubrió que se requiere un mínimo de nueve veces el peso del cuerpo en madera seca para lograr la destrucción casi completa de toda la materia orgánica, siempre y cuando el fuego esté siendo alimentado durante todo el proceso. El experimento fue dirigido por Luis Yerman, integrante de la escuela de Ingeniería Civil de la Universidad de Queensland, Australia, y contó con la participación de José Luis Torero, quien como asesor del GIEI ya había realizado otros estudios que apuntaron en la misma dirección.
El estudio concluyó que es necesario «un mínimo de nueve veces el peso del cuerpo en madera seca para lograr la destrucción casi completa de toda la materia orgánica (<10%) cuando la pira desaparece». De acuerdo con el texto, «en condiciones ideales (cuerpos más pequeños y alimentación continua de combustible) es necesario un mínimo de cinco veces el peso del cuerpo en madera seca para lograr la destrucción casi completa de toda la materia orgánica (<10%)». Esto hubiera implicado cerca de 15 toneladas de madera en el caso de los normalistas; sin embargo, advirtieron las y los expertos, aún así «en todos los casos estudiados todavía quedaba materia orgánica importante en todos los animales incinerados».
En la investigación titulada «Estudio experimental sobre los requisitos de combustible para la degradación térmica de cuerpos por medio de la cremación de pira abierta», se encontró también que la presencia de múltiples cuerpos no favorece al fuego, sino que lo apaga, lo cual destruye los argumentos de la PGR y sus peritos.