Ciudad de México, 15 de mayo de 2018. El diario Reforma reveló hoy que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) importó 4 ametralladoras y 56 fusiles alemanes que armaron, hasta 2015, a la Policía de Iguala, involucrada en la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa; tres de esos fusiles fueron disparados en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, donde además el estudiante Aldo Gutiérrez resultó herido y quedó en estado vegetativo.
Reforma precisó que las ametralladoras MP5, así como los 54 fusiles G36V y los 2 36KV, fueron fabricados por la firma alemana Heckler & Koch (H&K) que, con la mediación de la Sedena, violó la ley de su país para colocar entre 2006 y 2011 armamento en lugares restringidos. La venta ilegal de armas dio lugar a un juicio contra empleados de H&K, que inicia hoy.
Las leyes alemanas impedían a H&K vender armas que terminaran en Guerrero, Chihuahua, Jalisco y Chiapas, por considerarlas zonas conflictivas. Facturas de la Sedena muestran que, entre 2005 y 2011, los gobiernos de estos estados pagaron en su conjunto 98.3 millones de pesos, más IVA, al Ejército, por 5 mil 3 fusiles de los modelos G36V, G36KV y G36C1, que la institución castrense previamente había comprado a Heckler & Koch.
La acusación en el juicio incluye una declaración anónima de un supuesto soborno al general entonces titular de la Dirección de Comercialización de Armas y Municiones de la Sedena, consistente en 25 dólares por cada fusil y 20 por cada arma corta colocada en Chihuahua, Jalisco, Guerrero y Chiapas.
Mientras en Alemania el juicio iniciará por denuncias hechas en 2010, en México la Sedena confirmó mediante una solicitud de información que no tiene ningún proceso penal o administrativo contra el general referido.
«Tras la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, 54 policías de Iguala, incluido su jefe, Felipe Flores, fueron detenidos por haber participado en el operativo que orquestó Guerreros Unidos aquel 26 de septiembre. Peritos de la PGR reportaron en el oficio SEIDO/UEIDMS/FE-D/1340/2015 que esa noche fueron accionadas tres armas G36V, adscritas a la Policía de Iguala mediante la licencia colectiva número 110», especificó Reforma. Las armas estaban asignadas a Luis Francisco Martínez Díaz, José Vicente Flores y Fabiola Amatleco Soberanis.
Un año después de los hechos de Iguala, el Ejército retiró los fusiles de H&K de Guerrero, «para evitar señalamientos al Estado mexicano».