Ciudad de México, 11 de mayo de 2018. Los nombres de sus hijas e hijos fueron enlistados seguidos de un grito de: «Presente, ahora y siempre». Centenares no alcanzaron a ser pronunciados porque la tragedia de México se refleja perfectamente en esta manifestación: cada vez llegan más madres a la marcha que se realiza el 10 de mayo para denunciar que quienes tienen seres queridos desaparecidos no tienen nada que festejar.
En la séptima edición de la marcha «Madres Buscando a sus Hijos, Hijas, Verdad y Justicia», las familias denunciaron que a pesar de que se cuenta con una ley general en la materia, en la realidad los obstáculos siguen siendo el pan de cada día para quienes se entregan a la búsqueda de sus ausentes.
Tras marchar del Monumento a la Madre al Ángel de la Independencia, las madres dieron las cifras del horror: hablaron de las decenas de miles de personas ejecutadas y de las desaparecidas como consecuencia de la Guerra contra el Narcotráfico emprendida en el sexenio de Felipe Calderón.
Las mujeres fueron arropadas en la marcha por el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López; el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab; el ex presidente del Comité de las Naciones Unidas para Desapariciones Forzadas, Santiago Corcuera, y miembros de Amnistía Internacional y de organizaciones de derechos humanos.
Jarab lamentó que esta efeméride, que debería ser de festejo para miles de mujeres en México, se haya convertido en un reclamo por justicia.
La manifestación se replicó en el menos seis entidades de la República: Veracruz, Baja California, Puebla, Coahuila, Michoacán y Sinaloa.