Ciudad de México, 11 de abril de 2018. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México llamó a investigar exhaustivamente los hechos de violencia del 24 y 25 de marzo en Nuevo Laredo, en los que fallecieron ocho personas, entre ellas una familia asesinada por integrantes de la Secretaría de la Marina (Semar).
«La Oficina llama la atención sobre el hecho de que no es la primera vez que un uso excesivo de la fuerza provoca la muerte de civiles ajenos a hechos violentos, incluso en Nuevo Laredo. Sin embargo, dichos casos no han derivado en los necesarios cambios de comportamiento institucional. La gravedad de lo sucedido debe conducir a la superación del paradigma militar de la seguridad y de cualquier posible acción de encubrimiento», sostuvo el organismo.
La PGR, con base en sus peritajes, afirmó que estas personas fueron víctimas de disparos realizados desde un helicóptero de la Marina, desmintiendo así las versiones previamente difundidas por la Semar sobre los hechos.
La ONU-DH recordó que los efectivos militares pueden usar sus armas de fuego sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida necesaria para repeler la agresión sufrida, de acuerdo con los “Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego” de las Naciones Unidas que están incorporados por las fuerzas militares mexicanas en su manual de uso de la fuerza. Jan Jarab, Representante en México de la ONU-DH, aseveró que “la información hecha pública por Semar que niega que se hubieran realizado disparos desde el aire y luego la que atribuye la causa de las muertes por disparos de efectivos de Semar a la presencia de grupos delincuenciales», irían en contra de las obligaciones de investigar este tipo de incidentes.
En su reacción pública a los peritajes de la PGR, Semar “asumió la responsabilidad” e informó que realizará “todas las acciones correspondientes para proporcionar tanto la ayuda como la reparación integral” a las víctimas, “a pesar de constituir un hecho circunstancial cuya causa fue originada por grupos delincuenciales”. La ONU-DH consideró positivo que Semar asuma la responsabilidad, pero expresó su preocupación por la calificación de la muerte de una madre y dos hijos como un “hecho circunstancial” y lamentó que el comunicado no ofrezca ninguna disculpa por haber pretendido evadir su responsabilidad en declaraciones anteriores.
«La ONU-DH insta a la PGR a continuar con una investigación exhaustiva, a deslindar responsabilidades y a sancionar a quienes resulten responsables. Asimismo, llama a adoptar las medidas de protección necesarias para la familia y reforzar las medidas de protección ya otorgadas al personal del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo», indicó.