Informaciones que han sido difundidas recientemente de manera tendenciosa por algunos actores oficiales tratan de crear la percepción en la opinión pública de que se otorgaron a Jacinta recursos que reparan el daño que sufrió por estar presa injustamente. El Centro Prodh puntualiza los hechos para aclararlos.
Últimamente se ha informado en distintos medios de comunicación acerca de un apoyo que la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) otorgó a doña Jacinta Francisco Marcial así como a familiares de Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, indígenas hñahñús que fueron acusadas y sentenciadas injustamente por el delito de secuestro contra supuestos Agentes Federales de Investigación. Doña Jacinta recuperó su libertad el 16 de septiembre de 2009, mientras que Alberta y Teresa siguen a la espera de la resolución de su apelación por parte de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Al respecto, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), quien asume defensa de las tres mujeres hñahñús, considera necesario puntualizar lo siguiente:
1. Ni Jacinta Francisco Marcial, quien ya se encuentra en libertad, ni Alberta Alcántara ni Teresa González, han recibido ninguna reparación del daño por concepto del injusto encarcelamiento y acusaciones falsas de las que fueron objeto, la primera por tres años tres meses y trece días, y de las segundas por tres años ocho meses y el tiempo en que sigan en prisión hasta en tanto no se resuelva su absolución.
2. La CDI, como parte de su misión y mandato, procura financiar proyectos productivos en las comunidades indígenas. Es en ese contexto en el que Jacinta y los familiares de Alberta y Teresa recibieron un apoyo para procesos productivos específicos.
3. Es impreciso y confuso el dato que asevera que Jacinta recibió alrededor de cien mil pesos y los familiares de Alberta y Teresa alrededor de ciento diez mil pesos cada una, en virtud de que esta cantidad no ha sido asignada de manera personalizada, puesto que las tres mujeres son beneficiarias junto con otro grupo de 10 mujeres al cual se le da la cantidad, en conjunto y no de manera personal.
4. Además, los apoyos que se otorgan se encuentran sujetos a la comprobación de gastos relativos a los proyectos productivos aprobados, por lo que la entrega de la cantidad se da en forma paulatina y no en efectivo ni en una sola exhibición. De esta forma, tanto el grupo beneficiado en el que se encuentra doña Jacinta, así como los grupos beneficiados en los que se encuentran los familiares de Alberta y de Teresa tendrán que comprobar los gastos necesarios para sus proyectos.
Toda información o pronunciamiento que pretenda sacar de contexto el apoyo recibido por las mujeres hñahñús y que pretenda generar la idea de que Jacinta, Alberta y Teresa han obtenido de cierta forma una reparación por los daños ocasionados por la PGR y el Juez Cuarto de Distrito en el estado de Querétaro, es considerada por el Centro Prodh como una jactancia sin fundamento cuya motivación es el posicionamiento de quienes pretendan hacer uso político del injusto caso de las mujeres indígenas de Santiago Mexquititlán.
En conclusión, la reparación del daño en casos como el de Jacinta, Alberta y Teresa es una figura aún muy limitada y que todavía requiere de mayor desarrollo para que tenga vías legales efectivas. No obstante, el Centro Prodh reclamará la reparación del daño al Estado mexicano para estos casos.