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Práctica creciente en México y el mundo despierta interés de organismos nacionales e internacionales de DH.
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Militares no deben de disparara a civiles “sólo por suponer que es delincuente, porque se negó a parar en un retén o se atravesó en un operativo”: Ombudsman de Morelos.
En un reportaje publicado el día de hoy en El Universal se presentan testimonios y evidencias de la participación sistemática de médicos militares en interrogatorios irregulares en los cuales se emplea la tortura como método para obtener información. La labor de los médicos sería doble. Por una parte proporcionan asistencia médica para mantener conscientes a los interrogados; por la otra expiden “certificados médicos de integridad física” que permiten deslindar responsabilidades cuando por fin los detenidos son presentados ante las autoridades correspondientes. Si bien no se trata estrictamente de información nueva, si resulta grave, por lo que la información publicada hoy por El Universal, donde se recupera información proporcionada por la CNDH y Amnistía Internacional, resulta relevante, especialmente porque señala que los médicos militares que han incurrido en esta práctica no están siendo castigados por la autoridad militar. Este hecho deja ver una más de las fallas que genera el uso del fuero militar para juzgar a elementos castrenses vinculados a prácticas violatorias de los derechos humanos.
El tema no parece ser una problemática exclusivamente nacional. El Informe mundial de Human Rigths Watch presentado hace unos días pone el énfasis en esta situación sin mencionar de manera explícita el caso de México. El informe expresa preocupación porque algunos profesionales de la salud “se ven forzados a no ofrecer atención médica o participan en un tipo de tratamiento que inflige intencional o negligentemente penas o sufrimientos graves sin ningún propósito médico legítimo”. Recuerda, por ejemplo, que “la participación de psiquiatras y psicólogos de las fuerzas armadas estadounidenses en «equipos de consulta sobre ciencias del comportamiento» para preparar y ofrecer comentarios a los interrogadores del centro de detención de la Bahía de Guantánamo ha despertado atención y controversia”. En este mismo espacio hemos ofrecido información de la creciente colaboración entre el ejército de México y el de EU.
El universal retoma los testimonios de uno de los 25 policías de Tijuana que fueron retenidos de manera ilegal en un cuartel militar conocido como Aguaje de la Tuna. El caso ha sido documentado por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los DH (CMDPDH) y fue incluido en el Informe presentado en diciembre pasado por Amnistía Internacional sobre abusos militares.
Por otra parte La Jornada retoma declaraciones del ombudsman de Morelos, en donde pidió a las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) no ordenar a sus elementos disparar a personas que les parezcan delincuentes. En la misma nota se mencionan los casos de tres civiles que han sido muertos por militares en el contexto de operativos contra el narcotráfico. El Universal relata otro caso de abuso contra un civil en Tijuana donde están involucrados policías federales.