* Las pobladoras de San Francisco Magú denuncian agresiones sexuales de la policía.
México, DF, 10 de marzo de 2015. Lesiones graves al delegado indígena de la comunidad y a la presidente suplente del Consejo de Participación Ciudadana, agresiones sexuales contra las mujeres y robo de recursos y documentos de la comunidad es el saldo de la incursión de un grupo priista de choque y cien granaderos que pretendieron despojar a los habitantes de San Francisco Magú, Estado de México, de la administración de agua potable y de la delegación, regida por usos y costumbres.
La organización de los habitantes de San Francisco Magú, que cuenta con 15 mil habitantes y está ubicado al norponiente del Estado de México, ha impedido por tres años que la empresa Inmobiliaria Merket Construcciones desarrolle un fraccionamiento de más de diez mil viviendas. De edificarse las casas –proyecto que cuenta con el apoyo de la administración municipal de Nicolás Romero, y del gobierno estatal- se rompería con el modo de vida semi rural de la población y perderían el control del vital líquido, considera el centro de derechos humanos.
El Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero informó que el día 8 de marzo a mediodía llegóa las oficinas de la delegación de la comunidad un grupo de choque priista, “quienes se distinguían por portar una camisa blanca con un moño morado en la manga derecha y un logo del kiosco y de la iglesia del pueblo en el centro de ella, encabezados por el Director de Gobierno Municipal de Nicolás Romero, Saulo Jiménez, Adriana Sobreyra y Teodoro Nava, priistas reconocidos y respaldados por 100 granaderos pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC)”.
El grupo priista golpeó a los otomíes y la asamblea de la Comisión Local de Agua Potable tuvo que ser suspendida. “La agresión dejó gravemente lesionados a Francisco Nónigo, Delegado Indígena y a Berenice Sánchez, Presidente Suplente del Consejo de Participación Ciudadana, quienes se han caracterizado por defender enérgicamente la autonomía, usos y costumbres del pueblo. Del mismo modo, resultó lesionado un menor de edad de nombre Cristofer Medina de 8 años, y al menos 10 personas indígenas más. También se documentó que varias mujeres del pueblo sufrieron agresiones sexuales por parte de elementos de la SSC”, detalla el centro de derechos humanos. Además, los agresores robaron 18 360 pesos y documentos pertenecientes a la Delegación, al Comité de Agua Potable y al Consejo de Participación Ciudadana (COPACI), entre otros bienes materiales.
Berenice Sánchez y Francisco Nónigo interpusieron una denuncia por los delitos de lesiones, despojo y robo con violencia. El médico legista confirmó que las lesiones que presentaron tardan más de 15 días en sanar y que es necesario que ambos reciban atención médica, pues presentan problemas respiratorios debido a los golpes y patadas recibidas en espalda y pecho.
No es la primera vez que hay una agresión. El 9 de febrero, tras un ataque similar, trece otomíes quedaron lesionados, entre ellos un menor de edad. En esa ocasión, las y los habitantes retomaron de forma pacífica el edificio de la delegación, pues consideraron que perder el control abría la posibilidad de ver vulnerados sus derechos como pueblo indígena en lo referente a su forma interna de gobierno, la administración autónoma de su agua y la toma de decisiones mediante Asambleas Generales.