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En la segunda ronda de votación alcanzó los dos tercios de la votación.
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Álvarez Icaza queda segundo y anuncia movimiento de fiscalización.
En una segunda ronda de votación en la que alcanzó 78 votos (necesitaba 75) Raúl Pascencia Villanueva –ex primer visitador en al actual administración de la CNDH– fue electo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Por su parte Emilio Álvarez Icaza obtuvo 32 votos y Luis Raúl González Pérez apenas alcanzó 2 votos. Parece claro que la decisión del senado fue la de dar continuidad al trabajo que ha desarrollado José Luis Soberanes, a pesar de que el mismo Plascencia intentó desmarcarse al responder a un cuestionamiento directo de Carlos Loret de Mola: «De ninguna manera, termina la era de José Luis Soberanes el día 16 de noviembre y el 17 entra un presidente que soy yo, con un plan de trabajo consciente de grandes líneas, con una Comisión Nacional muy cercana a la sociedad y que trabaje muy de la mano con los organismos de la sociedad civil». Igualmente trató de desmarcarse del grupo Carpizo al afirmar “yo no sé por qué me incluyen ahí”.
Por su parte Emilio Álvarez Icaza aceptó el resultado de la votación en el Senado, pero anunció que dará seguimiento al trabajo de Plascencia pues «el trabajo por la causa de los derechos humanos sigue». Señaló que conformará un movimiento «para que el doctor Plascencia cumpla lo que dijo que iba a hacer». Otros actores expresaron su opinión, como la Senadora Rosario Ibarra quien calificó el proceso como una “simulación” y enfatizó “cómo me va a parecer que quede Plascencia cuando es el continuismo en la CNDH, es lo mismo que quiere Soberanes”. La diputada federal del PRD Enoé Uranga Muñoz, expresó que «es sin duda una pésima noticia no sólo para los organismos que promueven y defienden los derechos humanos, sino también para la sociedad en general».
Quienes quedaron muy contentas fueron las organizaciones agrupadas en torno al llamado Movimiento Blanco, quienes poco antes de la designación se pronunciaron a favor de Plascencia pues en su opinión su perfil favorece la transparencia y defensa de las víctimas del delito. En particular descalificaron a González Pérez por considerar que es cercano a Carlos Salinas, además de que de haber sido electo su gestión hubiese sido “contraria a la participación de los militares en la defensa de la causa de la seguridad, con una posición semejante a la de Human Rights Watch”.