México DF.- En el contexto de los 16 días de activismo en contra de la violencia de género, las mujeres denunciantes de tortura sexual de Atenco y el Centro Prodh convocaron al foro “Del daño a la reparación: La voz de las mujeres frente a la violencia de Estado”, con el objetivo de dar a conocer testimonios de víctimas y concientizar, a través de una mesa académica sobre las reparaciones que el Estado debería proveer a quienes han visto violentados sus derechos humanos.
Luego de que las mujeres de Atenco inauguraron el foro, dio inicio la primera mesa testimonial en donde participaron Alberta Alcántara y Teresa González, indígenas hñähño —detenidas en 2006 por presuntamente haber secuestrado a seis agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) en Querétaro—; Tita Radilla Martínez, hija del desaparecido luchador social Rosendo Radilla Pacheco y Juana Sales Velásquez, indígena Guatemalteca, sobreviviente de desplazamiento y abuso sexual por parte del Ejército.
En la mesa testimonial las víctimas concluyeron que no únicamente se trata del daño directo a las ellas, sino que las afectaciones se trasladan directamente a sus familias, tanto a nivel económico, como psicológico, moral, médica y social.
Al respecto, Alberta Alcántara y Teresa González, coincidieron en que el Estado no es consciente del daño que le causa a las personas que son detenidas y encarceladas por delitos que no cometieron, y externaron lo difícil que ha sido retomar sus vidas, ya que están expuestas a los señalamientos por parte de la sociedad y al miedo a las represalias que pudieran tomar las propias autoridades que las inculparon.
Por su parte Tita Radilla, expresó que si bien el caso de su padre fue llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), y ésta dio su fallo a favor para la investigación correspondiente y, pese a que el Estado dice “estar trabajando al respecto, lo primordial es saber qué ocurrió con su padre o dónde está.
Asimismo, Radilla comentó que junto con la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos (Afadem) continúan luchando para encontrar a las personas desaparecidas, pero también “para que ya no sigan ocurriendo”.
Por su parte Juana Sales dijo que a ella le arrebataron su futuro, por tal no había forma para reparar el daño que le ocasionó el gobierno en los años ochentas, pues a ella le habían robado su cultura, su familia y sus bienes.
De las reparaciones
En la segunda mesa técnica, enfocada a la reparación de los daños, estuvieron presentes, Alejandra Nuño, directora de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), la guatemalteca Paula Martínez del Equipo de Estudios Universitarios y Acción Psicosocial (Ecap) y Andrés Díaz, coordinador del área de defensa integral del Centro Prodh.
Las y los participantes coincidieron en que si bien “no hay una única forma que pueda cubrir los daños a los derechos humanos”, sí es importante fomentar una cultura de la reparación, pues ello representaría un avance en la lucha para generar una “memoria histórica” y así garantizar la no repetición de las violaciones.
Con información de Olivia Vázquez Herrera