Por Clara Olivia Vázquez Herrera
Las recientes lluvias derivadas de los fenómenos meteorológicos “Ingrid” y “Manuel”, han dejado a su paso más de 100 muertes, más de 218 mil personas damnificadas y casi 35 mil viviendas afectadas en los estados de Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas y Michoacán, Chiapas, San Luis Potosí, Tamaulipas, Zacatecas, Morelos, Michoacán y Nuevo León, de acuerdo con cifras que han reportado diversos medios de comunicación.
Al respecto, organizaciones como el Centro de Derechos Humanos “Paso del Norte” AC y el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan señalaron en comunicados por separado, que las propias autoridades han reconocido haber sido superadas por las lluvias y que las acciones preventivas no han sido suficientes.
Sin embargo, es lamentable ver cómo los gobiernos dieron prioridad a los festejos del 203 aniversario del Grito de Independencia en lugar de brindar apoyo inmediato a las y los afectados; tal es el caso de la ciudad fronteriza de Juárez, donde la Secretaría de Gobernación ya emitió la Declaratoria de Desastre Natural el pasado 17 de septiembre, casi una semana después de haber sido afectada por las intensas lluvias.
El Centro de Derechos Humanos “Paso del Norte” A.C. hizo un llamado a los tres niveles de gobierno para que atiendan a los afectados pues han perdido sus casas o bienes, pero también “a quienes corren peligro de ser afectados física o materialmente por los estragos de la lluvia y la negligencia de las instituciones encargadas de actuar en correspondencia”.
De igual manera, integrantes de la Asamblea Popular de Familias Migrantes (Apofam) y de las asambleas locales Guerrero, D.F., Oaxaca y Tlaxcala, emitieron un boletín en el que externaron su preocupación por la desatención del gobierno de Guerrero en la zona de Santo Domingo, en el municipio Coyuca de Catalán, región de Tierra Caliente; las y los habitantes en su mayoría mexicano-estadounidenses, se encuentran incomunicados y a la espera de que las ayudas lleguen, pues el 18 de septiembre, si bien llegaron 80 apoyos alimenticios –en su mayoría perecederos-, éstos no fueron suficientes para las casi 170 familias.
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan denunció que las y los damnificados de la Montaña han sido “invisibilizados”, pues hasta la fecha no se han adoptado acciones gubernamentales para atender los daños que dejaron las tormentas en esta región.
Para el centro de derechos humanos, los estragos causados por las lluvias en la Montaña son innumerables, pues no se han logrado precisar los fallecimientos, Aunado a ello, las viviendas fueron arrasadas en muchas comunidades. La garantía de los derechos humanos a la alimentación y a la vivienda digna mediante acciones emergentes, en este contexto, resulta urgente.
Respecto a los derechos humanos, el “Paso del Norte” AC se hace referencia a que el derecho a una vida digna tiene que ver con las condiciones en que se encuentra la ciudad en que habiten las personas y que debido a las afectaciones de la lluvia, se afectan tanto el patrimonio personal y familiar, como la seguridad de la ciudadanía, lo que lleva a una baja en la calidad de vida de las personas.