México, DF.- Ayer fue presentada la Red Nacional de Mujeres indígenas: Tejiendo Derechos por la Madre Tierra y Territorio (Renamitt). Esta red es una iniciativa que tiene como objetivo lograr que les sea reconocido a las mujeres indígenas el derecho a acceder a la tierra que trabajan y a tener voz y voto en las asambleas ejidales.
La Renamitt capacitará a mujeres indígenas sobre su derecho a ser propietarias de la tierra, para lograr así el sustento alimentario de su familia, la capacidad de tomar decisiones sobre su territorio, lo cual conlleva a mejorar sus condiciones de vida.
La red está conformada por mujeres indígenas de diferentes pueblos de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Guerrero, Jalisco, Chihuahua y otros estados. Estas activistas recuperan y se apoyan en los saberes ancestrales, desde la cosmovisión indígena, que conciben a la tierra y al entorno natural como elementos fundamentales: las personas como parte de la tierra, y no la tierra como propiedad de las personas.
Se calcula que si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres, podrían incrementar el rendimiento del campo en un 20-30 por ciento. Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción agrícola total en los países en desarrollo podría aumentar hasta en un 4 por ciento.
Las leyes actuales que regulan el derecho a la tierra en nuestro país, limitan el derecho y acceso de las mujeres indígenas a la tenencia de la misma; específicamente, la ley agraria, los reglamentos internos ejidales y los estatutos comunales, pues no se encuentran hechos desde una visión de igualdad; por ello la Renamitt realizará cambios para adecuar reglamentos internos ejidales, estatutos comunales y leyes que protegen éste derecho; todo desde una visión igualitaria.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 12.3 millones de mujeres que habitan en el medio rural, sólo 5 por ciento tienen derechos reconocidos sobre sus tierras. El Registro Agrario Nacional consigna, por su parte, que las mujeres representan sólo 25 por ciento del total de sujetos agrarios que existen en nuestro país.
No existen datos desagregados precisos, sobre la situación de las mujeres indígenas, por lo que ésta problemática limita el ejercicio de otros derechos pues el no contar con un patrimonio propio, les impide ejercer el derecho a la alimentación, vivienda y desarrollo económico.