Amnistía Internacional (AI) considera que la pobreza en México se ha alimentado de la falta de voluntad de las autoridades, señaló que falta implementar políticas efectivas para combatirla, pues la situación podría ser más escalofriante.
Lo anterior, luego de que ayer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informó que en el país 45.5 por ciento de la población vive en pobreza, 53.3 millones de personas, es decir, 500 mil más que en 2010.
«La pobreza es un grave problema de derechos humanos. Cuando hablamos de pobreza hablamos de falta de agua, de falta de acceso a servicios de salud y educación, de ausencia de una vivienda digna, de hambre. Por eso la lucha contra la pobreza debe poner los derechos humanos en el centro y adoptar un enfoque de derechos que permita garantizar una vida digna a todas las personas en México», dijo Daniel Zapico, representante en México de Amnistía Internacional.
La mayor parte la población en México, al menos 86.9 millones de personas, se enfrentan a lo que el Coneval define como al menos una carencia social. Lo cual significa que además de las 53.3 millones de personas, existen 33.6 millones en una situación de extrema fragilidad ante el riesgo de caer en la pobreza.
Amnistía Internacional ha estado atenta a los planes de combate al hambre y la pobreza anunciados por la administración de Peña Nieto. La organización externó su preocupación ante programas que no tienen objetivos claros y medibles, plazos, acciones específicas. “Los mecanismos de rendición de cuentas que son un componente fundamental para garantizar que las acciones sustantivas sean implementadas, han estado notoriamente ausentes tanto en discurso y como en acciones”, puntualizó mediante un comunicado.
La organización espera que el gobierno mexicano adopte medidas efectivas entre las que se incluye la firma y adopción del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Protocolo Facultativo) y de esta forma abrir las puertas a nuevos mecanismos que permitirán que quienes viven en la pobreza puedan acceder a instancias internacionales para exigir sus derechos.
Han pasado ya cuatro años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el Protocolo Facultativo y lo puso a disposición de los estados para su firma. Desde entonces nueve países de América Latina han firmado ya este instrumento. AI considera que el que México se esté quedando atrás compromete seriamente la credibilidad de su discurso en cuanto a la erradicación de la pobreza.
Ante las escandalosas cifras, AI hace un urgente llamado a Enrique Peña Nieto para que sin mayor dilación se firme el Protocolo Facultativo, y al Senado República para que lo ratifique sin dilación tras esa firma.