*Crónica
Por Simón Hernández León/Centro Prodh
Tila, Chiapas.- El alba aún no despuntaba pero un pueblo estaba ya en pie. Hace 79 años se fundó el ejido Tila. En 1934 no es la génesis, es apenas un capítulo en una historia mucho más larga. Una historia que en 2013 sigue escribiéndose.
La conmemoración de la fundación del ejido de Tila no puede entenderse sin la Revolución de 1910. El artículo 27 constitucional y la propiedad social que representan los ejidos son aún en estos días, la luz diáfana tras una larga noche de despojo a las comunidades. La Revolución permitió que al amparo de las leyes agrarias, muchos pueblos pudieran recuperar y obtener un estatus jurídico sobre sus tierras, tal es el caso del ejido Tila.
En 1922 el pueblo cho´ol solicitó la restitución de tierras que les habían sido despojadas desde la Colonia y el México independiente. En 1934 se conformó el ejido Tila, mediante una resolución presidencial.
En julio de 2013 y en medio de intentos vigentes de despojo; los indígenas cho´oles marcharon para celebrar el aniversario de la fundación del ejido. Un grupo de mujeres, algunas con machete en mano o hijos en el regazo, encabezan un contingente conformado por miles de ancianos, niñas, niños, jóvenes y hombres. La firmeza y determinación desbordaron las calles del ejido. La marcha partió de la casa ejidal rumbo a la plaza principal. Las mujeres fueron la vanguardia e indicaron el camino, lo que es significativo de su caminar durante estos 79 años.
Las escarpadas calles de Tila resultaron insuficientes para contener el avance sincronizado de un pueblo acostumbrado a las afrentas y a superar las adversidades. Forjados en la resistencia, algunos pies descalzos son los más fieles testigos de la dignidad de su marcha. Junto con los instrumentos y ritmos tradicionales, los machetes blandidos, las banderas de las capitanías y las mujeres portando canastas con alimentos; cada consigna lanzada fue un grito acrecentado en defensa del territorio, una interpelación a la justicia y un signo vivo de la lucha de los pueblos.
Durante décadas han acudido a los “olimpos gobernantes a recabar sus derechos” y más de una vez han obtenido la razón en un sistema judicial que a pesar de reconocer que la tierra les pertenece, les ha negado la restitución y la más elemental justicia. La marcha concluyó con un mitin significativo. Las autoridades ejidales recordaron a los primeros ejidatarios, a los abuelos que lograron el reconocimiento legal del ejido. Las mujeres presentaron los frutos de la madre tierra, realizaron una ceremonia tradicional y se cantó el himno nacional. Este 28 de mayo, las y los ejidatarios ocuparon cada rincón del ejido y renovaron su memoria histórica: la de resistencia digna.
La palabra del ejido es clara: la tierra les pertenece y el pueblo cho´ol pertenece a la tierra. Ni los años ni el poder han podido doblegar a este pueblo. Los testigos de esta jornada, fuimos afortunados acompañantes de aquellas personas que colectivamente, con el corazón en las manos, hacen la historia. A partir de este día, tras presenciar la lucha del ejido Tila, podemos afirmar que comprendemos mejor la palabra pueblo.
“Yo pregunto a los presentes si no se han puesto a pensar que esta tierra es de nosotros y no del que tenga más”, Daniel Viglietti .