El fin de semana pasado se realizó el encuentro nacional “Por la defensa del territorio, la energía y los derechos de los trabajadores” en Zacatepec, Puebla. El evento logró reunir a más de 650 personas de 100 organizaciones, colectivos y pueblos en lucha que provenían de 13 estados y de cuatro países —Guatemala, España, Colombia e Italia—.
El objetivo del encuentro fue ir más allá de las cuestiones temáticas o localistas. Se buscó integrar luchas diversas para dar una respuesta nacional sobre lo que está sucediendo en el país a partir de las contrarreformas: como la energética y la fiscal, que se orquestan a través del Pacto por México.
Durante la inauguración se habló de diversas problemáticas. “Quienes estamos aquí estamos luchando por una integración independiente, por un proceso de articulación que dé una respuesta enérgica desde los pueblos sobre lo que se debe hacer en el país”, apuntó Rodolfo Chávez, quien representó a CECOP y la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos.
Por su parte, Carlos Beas, de la Unión de Comunidades de la Zona Norte del Istmo, dijo que con la contrarreforma agraria y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pasando por el Plan Puebla Panamá, (actualmente Proyecto de Integración Mesoamericano) se abrió la puerta a una nueva invasión, a un neocolonialismo.
Mediante una declaratoria señalaron que desde hace 20 años el TLCAN condenó a la miseria a millones de familias mexicanas y entregó los bienes y soberanía a manos extranjeras. La imposición del plan Puebla-Panamá (hoy proyecto Mesoamérica) hace ya 12 años, ha traído despojo y violencia a los pueblos de México y Centroamérica. Hoy se cierne un nuevo peligro que es el Tratado Transpacífico, “los participantes en este encuentro exigimos al gobierno de México que no suscriba el mencionado tratado que sólo beneficia a los grandes capitales”.
Alberto Arroyo, de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC), dijo “estamos en una situación en la que hacemos algo o nos quedamos sin país. Ahora estamos viendo las consecuencias de lo que no se hizo antes, de apoyar las luchas contra las primeras ofensivas, y por eso son tan importantes los espacios de confluencia y de articulación”.
En el encuentro se hizo un llamado para que el 12 de septiembre y 12 de octubre próximos se realice una movilización nacional, para exigir al gobierno federal el respeto a los derechos de los pueblos; la cancelación de los megaproyectos, la no criminalización de la protesta social y la anulación de las reformas estructurales que atentan en contra la economía popular.
Los dos días de trabajo derivaron en testimonios sobre experiencias y afectaciones que los megaproyectos causan en la vida. También se reconoció lo positivo que resulta la organización comunitaria. Declaratoria del encuentro.