Esta semana iniciaron las diligencias de excavaciones para encontrar los restos de Rosendo Radilla Pacheco o de cualquier otra persona desaparecida durante la Guerra Sucia en la década de los setenta.
Esta es la cuarta diligencia de excavación que la Procuraduría General de la República (PGR) emprende dentro de la averiguación previa que se sigue por la desaparición forzada de Rosendo Radilla. Las anteriores excavaciones tuvieron lugar en 2008, 2010 y 2011, sin que a la fecha se haya encontrado rastros.
De acuerdo con información difundida por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), las excavaciones se están realizando en el antes Cuartel Militar de Atoyac de Álvarez en Guerrero, hoy denominado “Ciudad de los Servicios”.
Después de la presión ejercida por la CMDPDH, la Asociación de Familiares de Desaparecidos, Víctimas de Violación de los Derechos Humanos en México (AFADEM) y diversos actores involucrados en el caso, en el año 2012 la unidad de la PGR encargada del caso, emprendió diligencias para generar líneas de investigación que pudieran dar con el paradero de Rosendo y los responsables de su desaparición.
Entre esas diligencias, se recabó el testimonio de dos personas: un extrabajador del antes Cuartel Militar de Atoyac y el de una persona que estuvo detenida en el ex Cuartel, junto con personas que actualmente están desaparecidas. Ambos declararon haber visto que militares construían zanjas dentro del ex cuartel, mismas que podrían haber sido usadas para inhumar personas que actualmente se encuentran en calidad de desaparecidas.
Con la información proporcionada por los testigos, las autoridades iniciaron la diligencia de prospección de terreno, realizada en marzo de 2013. En esta diligencia se utilizó un georadar operado por peritos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esto en tres zonas que fueron delimitadas con base en los testimonios mencionados.
En esta nueva etapa de diligencias, además de la participación de los expertos del INAH y los peritos de la PGR, en el equipo de apoyo está una perito geóloga y un perito topógrafo, lo que aportará con una visión más amplia al momento de realizar los trabajo y, por primera vez, se está realizando un mapeo del lugar en la actualidad y de los sitios que se han excavado hasta el momento.
Cabe destacar la participación, por invitación de la familia Radilla y sus representantes, del equipo Peruano de Antropología Forense, expertos en el tema y con amplia experiencia en excavaciones en sudamérica y en el continente africano. Las organizaciones que acompañamos el caso creemos que con la experiencia de los expertos del Perú, se podrán obtener importantes resultados para sugerir nuevas líneas de investigación a las autoridades.
Los familiares de desaparecidos expresaron diversas expectativas en torno a esta cuarta etapa de excavaciones. Así, aunque las excavaciones derivan de la averiguación previa que corresponde sólo a la desaparición forzada de Rosendo, como lo ha dicho su hija, Tita Radilla: «estas excavaciones tienen el objetivo de dar con el paradero de demás desaparecidos en la Guerra Sucia, sobre los cuales las autoridades no han emprendido una investigación seria».
El comunicado emitido por la CMDPDH, enfatizó que las autoridades mexicanas siguen sin emprender una investigación adecuada en torno a este caso de desaparición forzada. La PGR continúa dependiendo de las aportaciones de las propias víctimas para realizar diligencias en torno al caso, mientras que omite realizar diligencias básicas dentro de la investigación, como lo es el análisis de las modificaciones en el ex Cuartel Militar de Atoyac desde 1970 a la fecha, o el recabar datos de las personas desaparecidas a fin de poder hacer posible su identificación.
El caso Rosendo Radilla es el único que cuenta con un impulso real a las investigaciones, debido a la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) dictada en noviembre de 2009, misma que ordena en uno de sus resolutivos que el Estado mexicano debe emprender una búsqueda del paradero de Rosendo Radilla Pacheco.