“Incrementar la calidad y reducir las disparidades en el acceso y disposición de infraestructura sanitaria, pero también de equipamiento de unidades médicas -entiéndase camas, consultorios, médicos y enfermeras- son los mayores retos que enfrenta el Estado mexicano en materia de salud” enfatizó el Observatorio de Política Social y Derechos Humanos (OPSDH), mediante un comunicado.
De acuerdo con el Observatorio, prevalecen desigualdades determinadas por el nivel de ingresos de las familias, el origen étnico de las personas, el género, la condición de derechohabiencia y la localización geográfica. Asimismo, señaló que la suficiencia de recursos físicos y humanos es esencial para que los gobiernos puedan determinar la mejor manera de atender las necesidades relacionadas con la salud de su población.
En este sentido, la información detalla que mejorar estos aspectos tiene que ver con el incremento del gasto público en salud destinado a la construcción y mejoramiento de infraestructura, frente a la oleada de afiliación vía el Seguro Popular (SP). Mientras que los recursos asignados al gasto han crecido mínimamente, estancándose en 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a lo largo de una década; a nivel nacional, el número de personas inscritas en el SP ha crecido aceleradamente. Entre 2004 –fecha en que se implementó este programa en todo el país- y noviembre de 2012, el número de aseguradas y asegurados creció diez veces hasta alcanzar los 53 millones de personas.
Según la Organización Mundial de la Salud, en América Latina se registra un promedio de 20 médicos por cada 10 mil habitantes. Nuestro país se sitúa apenas debajo de esta media (19.6).Sin embargo, otras cifras alertan sobre la carencia generalizada de personal especializado en las instituciones. Prácticamente no hay diferencia entre la proporción de médicos de especialidades, ginecoobstetras, cirujanos y odontólogos que atienden a quienes son derechohabientes de una institución de salud y quiénes no.
La disponibilidad de personal de enfermería revela diferencias por entidad federativa. En promedio en México hay 2.4 enfermeras por cada mil habitantes. Aunque el Distrito Federal duplica esta proporción, otras entidades densamente pobladas como el Estado de México y Veracruz apenas reportaron una proporción de 1.6 y 2.1, respectivamente.
De acuerdo con la Organización ONU, la disponibilidad de establecimientos, bienes y servicios públicos de salud y centros de atención, es uno de los cuatro elementos que conforman el marco para examinar los obstáculos que enfrenta la satisfacción de este derecho, a la par de la accesibilidad, la aceptabilidad y la calidad (DAAC, por sus siglas).