En el contexto de la visita del presidente Barack Obama a México y de la Cumbre del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en Costa Rica, que se llevará a cabo del 2 al 4 de mayo, 145 organizaciones internacionales, regionales y locales de 10 distintos países, hicieron pública la misiva dirigida al Presidente de Estados Unidos y a los gobiernos de México, Costa Rica, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá así como al Fiscal General y Ministro de Relaciones Exteriores de Belice, Wilfred Elrington.
En dicha carta las organizaciones que trabajan en defensa de los derechos humanos piden a los gobiernos que: “Tomen acción ejecutiva en Estados Unidos para parar el flujo ilegal de armas de asalto y otras armas de fuego en la frontera entre Estados Unidos y México; reconozcan y protejan a quienes defienden derechos humanos, con atención específica a las contribuciones de las defensoras mujeres, indígenas y afro-descendientes, y a los riesgos que enfrentan; atiendan el creciente aumento de feminicidios; propongan un nuevo modelo para la cooperación en materia de seguridad que ofrezca alternativas a la actual ‘guerra contra la droga’; mayores esfuerzos regionales para combatir el lavado de dinero y el retiro de las fuerzas armadas de tareas de seguridad civil”.
De igual forma, dado el alarmante aumento de la violencia y las violaciones a los derechos humanos que las organizaciones han documentado, solicitaron al gobierno de Estados Unidos y a los gobiernos de Mesoamérica que “reconozcan que las fracasadas políticas de seguridad que han militarizado la seguridad ciudadana, han servido para agravar el problema y están contribuyendo directamente al aumento del sufrimiento humano en la región”.
Con respecto a México las organizaciones manifestaron que en nuestro país aproximadamente 80.000 hombres, mujeres y menores de edad han fallecido por la guerra contra las drogas en los últimos seis años. Más de 26.000 han desaparecido, y un incontable número de vidas han sido heridas y traumatizadas.
Además, debido al poco control civil sobre las fuerzas de seguridad, su despliegue masivo por todo el país ha causado un aumento en desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura y ataques contra defensores y defensoras de derechos humanos. Mientras tanto, el flujo de narcóticos prohibidos al mercado estadounidense continúa prácticamente sin cesar por lo que ante este panorama instan a que en los próximos días se aborden las preocupaciones sobre la grave crisis de derechos humanos que se padece en Mesoamérica.
Otros de los temas abordados en la carta son: la imposición de proyectos extractivos de gran escala en comunidades marginadas y la violación que persiste en contra de las y los migrantes.