• Sentenciados por Acteal deben ser liberados, afirma.
Después de 10 largos años el presidente de la CNDH José Luis Soberanes rindió su último informe de labores ante una representación del Congreso y del Consejo Consultivo de la CNDH. Inevitablemente la atención de los medios se centró fundamentalmente en la respuesta que daría el ombudsman a las declaraciones un día antes de Felipe Calderón, misma que fue moderada en extremo, ya que sobre todo pidió “que él explique el contenido y alcance de sus palabras”. Más en concreto señaló que “bajo ningún fundamento ni razón se puede calificar a los soldados de genocidas o torturadores o que incumplen sistemáticamente con los derechos humanos, pero tampoco se puede obviar o desatender casos demostrados de faltas graves que ameritan sanción y una firme voluntad correctiva”. También reconoció la inconveniencia de que “las medidas excepcionales se conviertan en normalidad”.
Por otra parte y en cuanto al caso Acteal, señaló que la CNDH desde un principio habló de que había fallas en los procesos, y que él considera que los sentenciados como responsables deben de ser puestos en libertad. También dijo que las autoridades deberían de tomar medidas para que después se eviten venganzas o “cosas por el estilo”.
Finalmente la ex ombudsperson Mireille Roccatti formuló declaraciones a Excelsior llamando con urgencia al Congreso a legislar para dar un marco jurídico a la actuación del Ejército mexicano, con el fin de que las fuerzas armadas puedan continuar con sus labores de ataque en contra de bandas criminales y evitar que actúe en la ilegalidad, como sucede actualmente. En este sentido deploró el hecho de que el Congreso de la Unión no haya discutido aún la propuesta que envío Felipe Calderón para ampliar las funciones militares.