Información Sididh, La edición de hoy, Notas DH, slider, Uncategorized — noviembre 30, 2012 at 9:45 am

Atla y sus defensores, después de tres años vuelven a casa

José Ramón y Pascual se encontraban presos desde hace casi tres años por un delito que no sólo no cometieron, sino que no existió. El motivo por el cual estos dos indígenas de la sierra norte del estado de Puebla se encontraban tras las rejas fue la defensa de su comunidad, buscar el acceso de la población de Atla, su pueblo de origen, al agua potable.

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José Ramón y Pascual, al fin libres. foto/ Ricardo Ramírez, 360 grados foto

En medio de las altas montañas y un río, subiendo por los senderos poblanos se encuentra Atla, que en náhuatl – el idioma local- significa “el lugar donde hay agua” ahí es el lugar al que por fin han vuelto José Ramón y Pascual a continuar con su vida y a estar con sus familias.

El pasado día de muertos, compañeras y compañeros del Centro Prodh y Amnistía Internacional visitaron a José Ramón y Pascual en el penal de Huauchinango, a dos horas de distancia en automóvil de Atla. En esa ocasión, José Ramón se encontraba un poco triste, preguntándose cuándo saldrían de ahí, para volver a su pueblo. Ahora podrán continuar con su vida y actividades y como dijeron durante la conferencia de prensa el jueves “sin odios, sin rencores contra aquellas personas que los acusaron falsamente”.

Durante la sesión de la Corte, familiares y defensores esperaban con ansiedad las palabras de cada uno de los ministros y la ministra. El primer asunto sometido a votación fue el caso de José Ramón y Pascual, cuando se enteraron de que la libertad de sus familiares ya no era un sueño sino una realidad, los ojos de Salustia y Brígida, las esposas de los defensores del agua, brillaban.

El camino hacia Huauchinango fue largo y un tanto desesperante, porque después de tres años tanto José Ramón y Pascual como sus familias y su pueblo obtendrían de vuelta su libertad y su vida. A las cinco de la tarde de ese mismo miércoles, por fin y a las puertas del penal, se dio el reencuentro.

El camino de vuelta fue mucho más rápido. Llegando al Centro Prodh, la bienvenida de otros familiares fue emotiva. Después de una breve cena con activistas de Amnistía Internacional y miembros del equipo del Centro Prodh, José Ramón y Pascual pasaron su primera noche lejos de las rejas.

Al día siguiente los esperaba la conferencia de prensa con diferentes medios de comunicación pero sobre todo, les esperaba su regreso a Atla, al lugar del agua, el aire fresco y la libertad con su familia.