Información Sididh, La edición de hoy, Notas DH, slider, Uncategorized — noviembre 21, 2012 at 9:35 am

Inestabilidad en el Congo: el cuento de nunca acabar

Por José René Paz, salvadoreño radicado en Kinshasa, RDC

 En Latinoamérica, los problemas y conflictos en África nos parecen muy lejanos, ya sea por falta de información en los medios locales o por falta de interés propio en buscar dicha información.

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Foto/ Centro de Noticias, ONU

Sin embargo, la inestabilidad en el este de la Republica Democrática del Congo (RDC) no es algo nuevo por lo que sigue siendo palpable y preocupante; prueba de ello es la reciente incursión del movimiento rebelde M23 (formado por antiguos soldados del Ejercito congolés y supuestamente apoyado por los vecinos Uganda y Ruanda) y la toma, esta semana, de una de las ciudades mas importantes, Goma.

La RDC es un país grande – del tamaño de Europa Occidental – y además, rico en recursos naturales, en particular, minerales (diamantes, oro, cobre, zinc). El país también suministra coltán, que es utilizado en teléfonos celulares y otros gadgets electrónicos muy comunes en Occidente y otros países en desarrollo. Esto hace que la región sea frecuentemente escenario de eternos conflictos para tomar control de sus recursos estratégicos.

La toma de Goma resultante preocupante ya que las tropas congolesas no hicieron absolutamente nada para prevenirlo y centenares de personas han comenzado a huir. En materia de derechos humanos, el panorama es alarmante para la población civil, las personas desplazadas y los miles de refugiados que se encuentran en los campamentos cercanos. Además, se teme por los niños puesto que es muy recurrente en estas zonas de conflicto el reclutamiento de niños soldados.

En ese sentido, el mandato de la MONUSCO (la misión de mantenimiento de la paz de la ONU) ha sido cuestionado ya que éste no permite la participación de los Cascos Azules en enfrentamientos – a menos que sea en apoyo de las tropas congolesas pero cuando éstas no pelean, la ONU se queda atada de brazos -y se limita a la protección de civiles. Por lo que ahora, paradójicamente, los Cascos Azules patrullan las calles de Goma en medio de columnas de rebeldes.

Mientras tanto, la situación sigue estando muy tensa y las manifestaciones se multiplican a lo largo del país. Ante los ojos atónitos de la comunidad internacional, un nuevo – pero ya antes visto – periodo de crisis se avecina sobre esta región que no logra recuperarse de su reciente y sangriento pasado.