Por Denise González Núñez
Colaboradora del área Internacional del Centro Prodh
El martes 16 de octubre de 2012 el periódico Reforma publicó una nota relativa a un desplegado de la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, quien reproduciendo parte de un discurso dado por Juan Díaz de la Torre, Secretario General Ejecutivo del Comité Ejecutivo Nacional del propio sindicato, el día 27 septiembre de este año, adjudicó el “deterioro individual” y “el de la sociedad toda” al hecho de que las mujeres trabajen y, en palabras de Juan Díaz de la Torre, “abandonen” el hogar y la “formación de los hijos”. No sin justificación, el desplegado de Elba Esther Gordillo, e implícitamente el discurso de Juan Díaz de la Torre, ha recibido fuertes críticas de acuerdo con lo reportado por Reforma. Se debe enfatizar que los estereotipos de género, como el que está contenido en las palabras de ambos integrantes del SNTE, han sido históricamente nocivos no solamente para la sociedad mexicana, sino para las mujeres y los hombres de todo el mundo.
En concreto el discurso referido afirma que “la familia mantenía una estructura en la que los roles, […], estaban claramente definidos, hecho que se modificó cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar, y que no sólo impactó en el deterioro individual sino en el de la sociedad toda. El abandono de la madre en la formación de los hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles, a los maestros, en solitarios responsables de la educación y vació de contenido educativo y de convivencia humana enormes cantidades del tiempo familiar […]”.[1] Al parecer a juicio del autor del discurso y de quien lo reprodujo posteriormente, para el buen funcionamiento de la sociedad es preciso que las mujeres se ajusten a los estereotipos de género, es decir, que se abstengan de participar en la vida pública del país, trabajando en algún negocio, empresa, asociación civil, despacho, oficina gubernamental, sindicato o cualquier otro lugar de su elección, y se adhieran al rol de madres dedicadas al hogar y a la educación de los hijos e hijas (e intrínsecamente, que los hombres se ajusten al rol de proveedores).
El problema es que los estereotipos de género son discriminatorios cuando, por ejemplo, le niegan oportunidades a las personas o el derecho de tomar libremente sus decisiones o, como en este caso, pretenden responsabilizar a las mujeres que son madres y trabajadoras del “deterioro” de la sociedad o de las deficiencias del sistema educativo en un país.
La discriminación con base en estereotipos de género no es cosa menor ni debe tomarse a la ligera. Es sumamente nociva en cualquiera de sus formas, pero cabe destacar que puede adquirir formas atroces. Al sufrir tortura sexual en San Salvador Atenco y Texcoco el 3 y el 4 de mayo de 2006, en el contexto de un operativo policiaco tras una protesta social, las mujeres detenidas (algunas de las cuales no participaban en la protesta) recibieron de los policías agresores comentarios en el sentido de que debían estar en la casa preparando tortillas. Estos comentarios demostraron que en los actos de tortura sexual yacía un “castigo” por no ajustarse al estereotipo que relega a las mujeres al hogar, a la vida privada. Es pues evidente que, tal como lo afirmó la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el párrafo 401 de su sentencia en el caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, “la creación y uso de estereotipos se convierte en una de las causas y consecuencias de la violencia de género en contra de la mujer”. Por lo tanto, es necesario y urgente que el gobierno mexicano y la sociedad en su conjunto, incluyendo por supuesto cada uno de sus actores políticos, trabajen en la promoción de la perspectiva de género y la erradicación de estereotipos, comenzando en las escuelas.
[1] Discurso del Profesor Juan Díaz de la Torre, Secretario General Ejecutivo del CEN del SNTE durante la Presentación de la Asociación Civil Educación y Formación con valores, disponible en: http://www.snte.org.mx/?P=articulo&Article=2112, visitado el 16 de octubre de 2012.