Empresa norteamericana exporta a México basura industrial peligrosa para la salud

La organización Fronteras Comunes informó sobre la exportación, por parte de la empresa Johnson Controls,  de millones de baterías usadas  de carros de Estados Unidos para su reciclaje en México  y aseguró que éstas “esta liberando  toneladas de emisiones peligrosas de plomo al aire en el país,  muy superiores a las previstas en la operación de su nueva planta de Estados Unidos”.

Foto/ Greenpeace

Fronteras Comunes denunció que dichas emisiones exponen a la población mexicana a cantidades mucho mayores de emisiones de plomo que las que se permiten en los Estados Unidos y aseveró que la compañía abrió recientemente una instalación más limpia en ese país.

 Debido a esta situación, Marisa Jacott, Directora de Fronteras Comunes, dijo que se ha hecho un llamado al gobierno mexicano para que atienda las disparidades regulatorias entre México y Estados Unidos y señala que las estadísticas de comercio muestran una tendencia creciente en  el envío a México de  baterías de plomo usadas, además de las que ingresan ilegalmente al país para un reciclaje informal.

Las baterías de plomo provienen principalmente de automóviles y camiones, pero también se utilizan en una amplia gama de aplicaciones, incluyendo las torres de telefonía celular, sistemas de energía solar, carros de golf y montacargas. Aunque los gobiernos están llevando a cabo importantes iniciativas para detener la exportación de desechos electrónicos, incluyendo —computadoras, televisores, teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos a los países en desarrollo—, poca atención que se está prestando a este comercio mucho mayor de baterías usadas. Tanto las batería de plomo y el reciclaje de residuos electrónicos están causando graves efectos de contaminación ambiental y de salud en niños y adultos.

  

La planta de reciclaje de baterías Enertec de Ciénega de Flores, Nuevo León (propiedad de Johnson Controls) recién reporta  al Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC)  para el año 2010, emisiones atmosféricas de plomo 36 veces más altas que  lo que vierte una planta similar en Estados Unidos. Estas cantidades de plomo también son 7 veces más  altas, de lo que libera la planta de reciclaje de Johnson Controls en Florence, Carolina del Sur, que inició sus operaciones en septiembre.

También la planta de la compañía Shanghai fue cerrada  a principios de año por las autoridades chinas tras informes de que 49 niños de la zona tenían elevados niveles de plomo en la sangre. Johnson Controls es el mayor fabricante mundial de baterías de plomo-ácido y también fue multado con 188,600 dólares en 2012 por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (U.S. Occupational Safety and Health Administration /OSHA) por 11 violaciones a la salud al desatender la exposición al plomo en su planta de Ohio.

 

Un estudio publicado conjuntamente por Fronteras Comunes y Occupational Knowledge International en México y Estados Unidos el año pasado,  reveló que las compañías norteamericanas se están aprovechando de la laxa regulación ambiental, de salud y laboral en México. A pesar de que el estudio, titulado “Exportando riesgos: Envíos de baterías de plomo usadas desde Estados Unidos hacia México aprovechan la debilidad de las normas de protección ambiental y de salud de los trabajadores” recibió una amplia difusión en la prensa y fue objeto de un artículo de primera plana en el New York Times, estas prácticas contaminantes continúan creciendo. Los autores de la investigación denuncian que estas exportaciones, están dando lugar a una mayor exposición de plomo, lo cual tiene graves repercusiones en la salud pública en México.

 

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