Organizaciones de la sociedad civil y representantes del campamento campesino en resistencia La Nueva Esperanza, presentaron este lunes – en el Centro Prodh- el informe Los invisibles de la frontera olvidada, en el cual hacen un llamado a las autoridades guatemaltecas y mexicanas a atender de manera urgente la situación de las más de 185 personas que se encuentran viviendo una emergencia humanitaria.
En este informe –elaborado después de la misión de observación de ONG el pasado 3 de agosto- , se documenta cómo estas familias guatemaltecas fueron desplazadas a México, repatriadas ilegalmente por el gobierno mexicano y ahora, han implementado un campamento en la frontera guatemalteca, en el que viven en condiciones precarias, mismas que provocaron la muerte de una pequeña.
En agosto de 2011, la comunidad de Nueva Esperanza, localizada en el departamento de la Libertad, Guatemala fue desalojada con el argumento de que se encontraba asentada en un área natural protegida; las casas, escuela, centro de salud y la iglesia fueron destruidas y sus habitantes debieron “reubicarse”, esta vez en México.
Sin embargo, en enero pasado el gobierno mexicano realizó una “repatriación voluntaria” de 70 personas, en su mayoría menores, así ejecutivo federal desatendió el derecho internacional humanitario.
Además de documentar la falta de alimentos, vivienda, tierra y en general, condiciones dignas para vivir, las organizaciones denunciaron la situación de militarización de la frontera y la estrategia de criminalización contra los pobladores del campamento, señalando vínculos con el crimen organizado.