El día de ayer la Procuraduría General de Justicia del estado de Veracruz dio a conocer que fueron esclarecidos los crímenes contra Ana Irasema Becerra Jiménez, colaboradora de diario El Dictamen; Guillermo Luna Varela, reportero gráfico de la página de internet Veracruz News así como del periódico Voz del Sureste, Gabriel Huge Córdoba, Esteban Rodríguez y Víctor Manuel Báez Chino; fotógrafos del periódico Notiver y del Diario AZ, periodistas asesinados, supuestamente, por la delincuencia organizada.
La Secretaría de Marina informó haber detenido el pasado 10 de agosto en el puerto de Veracruz a Juan Carlo Hernández Pulido, La Bertha, presunto homicida a sueldo del cártel Jalisco Nueva Generación, en posesión de droga y de identificaciones personales de la periodista Ana Irasema Becerra, asesinada el 3 de mayo pasado.
El procurador Flores Espinosa dijo que ante la autoridad ministerial federal, Isaías Flores Pineda, El Cronos reveló que ellos “mataron a varios reporteros”, y dijo que la razón fue que estos reporteros a su vez habían sido los causantes de la muerte de otros periodistas, asesinados por la organización delictiva autodenominada Los Zetas, también afirmó que toda vez que se ha confirmado la participación de la delincuencia organizada en estos ilícitos, solicitará a la Procuraduría General de la República que atraiga los casos, como corresponde a su competencia.
Aseguró que en el resto de los casos en donde se han visto involucrados trabajadores de medios de comunicación, se continúarán las indagatorias, y conforme haya información concluyente, como en los casos referidos, se dará a conocer.
Aunque la Procuraduría General de la República ejerciendo su pleno derecho, atrajo los casos para generar su propia investigación e indagar la
presunta autoría de integrantes del Cártel de Jalisco. Por su parte grupos defensores de la libertad de expresión cuestionaron el anuncio de la PGJE, en el que dan por resueltos los asesinatos de cinco periodistas en el estado.
Los delitos cometidos contra periodistas ha sido la gran constante en los últimos años, ya que ha aumentado de manera considerable, es cuestionable la rapidez y concreción con la PGJ del estado de Veracruz y la manera en la que prácticamente dan por cerrado el caso, ya que las posteriores indagatorias no garantizarán la verdad absoluta de estos crímenes.