La comunicación civil suele ser una herramienta minimizada por los sectores organizados de la sociedad. Nos referimos con este término al ejercicio libre y estratégico de la libertad de expresión con fines de favorecer el ejercicio y reivindicación de los derechos civiles, en primera instancia, y humanos en lo general. Está práctica social se alimenta del conocimiento experto del campo de la comunicación, el periodismo y las ciencias sociales, también se ha traducido en una acción creciente desde los espacios de reivindicación de derechos humanos, así como de aquellos de reivindicación social.
Desde el jueves pasado la disidencia civil que se opone a la designación de Enrique Peña Nieto como presidente de la República, ha realizado diversos ejercicios de esta índole, que buscan cuestionar la legitimidad y la legalidad de su elección. Para ello se han generado distintos espacios de acción y convergencia cuya principal novedad y aporte lo implica su estrecha conexión con las nuevas herramientas sociales que facilitan la comunicación a través de internet. Canales como Ustream y las redes sociales han multiplicado la transmisión y participación interactiva e informada de una sociedad que está generando diversas plataformas para cuestionar lo que consideran violaciones a sus derechos, especialmente ante la falta de mecanismos expeditos que favorezcan el acceso a la justicia en materia electoral.
La mañana del jueves 5 de julio, el Auditorio del Centro Prodh albergó la conferencia de prensa del Movimiento #YoSoy132 en donde se presentaron algunos casos emblemáticos que según las comunicaciones oficiales de este movimiento son sólo una muestra de la gran cantidad de irregularidades que marcaron del pasado proceso electoral. El comunicado oficial señala que “nuestra responsabilidad social nos obliga a denunciar una jornada electoral llena de irregularidades e ilícitos, que han provocado indignación en un amplio sector de la población mexicana.”
Al mismo tiempo clarificaron sus posicionamientos y canales oficiales de comunicación, lo cual refleja la eficacia e importancia práctica de la comunicación civil en la reivindicación de los derechos civiles y políticos (DCyP), así como de los Económicos, Sociales y Culturales (DESC). En esta conferencia de prensa, que fue transmitida en vivo a través del canal de Ustream del Centro Prodh, la juventud estudiantil crítica de nuestro país expresó su capacidad organizativa y su visión de largo plazo al señalar que si bien, en virtud de la realización de su Primer Encuentro Nacional Estudiantil, no consideraba a la megamarcha nacional de este sábado una actividad convocada por ellos, “saludamos dicha iniciativa al tiempo que nos solidarizamos con la indignación y el descontento de miles y miles de personas.”
Esta práctica social, que ha estado sobre todo vinculada a procesos civiles como el zapatismo en la década delos noventa y el altermundismo en los dosmiles, ha encontrado un canal muy desarrollado en las actuales movilizaciones civiles de oposición al PRI y al modelo electoral. Por ejemplo, durante la megamarcha de este sábado muchas personas que no tuvieron la oportunidad de acudir personalmente a las movilizaciones, pudieron participar en ellas virtualmente y seguirlas a través de estos canales. Por esta vía fue que pudo ser seguida la marcha en México DF, Guadalajara, Monterrey y otras ciudades del país.
Con consignas como «Si hay imposición, habrá revolución», «Que se repita la elección, que se acabó la despensa», «Va a caer, va a caer, televisa va a caer…», y «el PRI nos robó hasta el miedo» la marcha que la mayor parte de los medios de comunicación pretendieron minimizar alcanzó cifras notables. En DF se habló de entre 100 y 150 mil asistentes. En Jalisco se cifró en 20 mil participantes en Guadalajara y al menos unas 500 personas en puerto Vallarta. En Monterrey fueron unas 13 mil personas. También hubo movilizaciones en Hermosillo, Tabasco, Aguascalientes, Xalapa, Guerrero, Cancún y un largo etcétera de ciudades en donde el eje central fue la denuncia por las irregularidades electorales, así como la democratización de los medios.
En este contexto la comunicación civil, esa que no se legitima por un certificado de competencias laborales, que se ejerce como un derecho, termina por constituirse como una alternativa de reivindicación de derechos en un contexto en el que los requisitos jurídicos y legales favorecen a los grupos de interés y se convierten en un obstáculo para el acceso a la justicia. Tomando en cuenta que uno de los reclamos más sentidos de la población es la ausencia de canales razonables para resolver de manera efectiva las irregularidades electorales, la posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías y esta reciente tradición ha dado posibilidad a comunicadores civiles armados solamente con su teléfono celular para realizar crónicas y transmisiones en vivo de eventos que de otra manera no serían cubiertos por los medios industriales de comunicación. Este es un primer paso para informar al menos a algunos sectores de la población de las posiciones divergentes a las oficiales.
Una derivación interesante de la indiferencia de los grandes medios de comunicación ante la gran movilización ciudadana, tuvo lugar en torno a la boda del comediante Eugenio Derbez, misma que fue transmitida en vivo por el canal de mayor audiencia del país, mientras tenía lugar la protesta. Irritado, un grupo de manifestantes cercano a las mil personas se dirigió al lugar de la boda y desde el exterior, de manera pacífica y sin confrontarse con el cerco policial que cubría el evento, entonó un coro popular que decía «Fraude, fraude, fraude…». Era el momento culminante de la boda y mientras los novios se preparaban para dar el sí, la voz popular se coló por entre las paredes de la iglesia y llegó a los miles de hogares que la veían en todo el país.
Esa es la magnitud del reto de la Comunicación civil: como complementar a otras disciplinas y herramientas para fortalecer la defensa y reivindicación de los derechos. Por lo pronto este episodio pareció tener un final feliz cuando el mismo Derbez junto con su esposa publicó en su cuenta de twitter una fotografía en la que mostraba un papel en el que había escrito «#YoSoy132». A veces también la comunicación nos une y puede evitar confrontaciones.