Parte II
En la entrega anterior, se nombró a Raúl Régulo, Javier Moya, Héctor Javier Salinas Aguirre y Regina Martínez como periodistas asesinados en el año 2012. Sin embargo, no han sido los únicos. Tal y como lo señalamos con oportunidad, el recuento de hostigamientos y graves violaciones a derechos humanos cometidas contra periodistas sigue y parece no tener una pronta línea conclusiva:
- El día 3 de mayo en Boca del Río, Veracruz, aparecieron los cuerpos sin vida de los reporteros gráficos Gabriel Huge, Guillermo Luna Varela y Esteban Rodríguez Rodríguez, así como el de la novia de uno de ellos –Irasema Becerra, secretaria en otro diario local–. Todos los cadáveres estaban desmembrados y con señales de tortura.
- El 13 de mayo, fue hallado sin vida en el interior de una camioneta, en Cuernavaca, Morelos, René Orta Salgado, reportero de la nota roja del periódico El Sol de Cuernavaca.
- El día 17 de mayo fue encontrado muerto Marco Antonio Ávila García, reportero especializado en temas de seguridad de un portal de internet, la televisora El Regional de Sonora y el Diario de Sonora de la Tarde. El periodista, de 39 años, fue secuestrado en el municipio de Cajeme, después torturado y localizado en bolsas de plástico.
- Luis Ramírez, del Periódico Norte de Ciudad Juárez, fue arrestado el domingo 8 de enero por las unidades 241 y 242 de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal por tomar fotos a los uniformados que realizaban la detención de varias personas. Luis se encontraba casualmente en el lugar, pero por registrar lo sucedido fue detenido arbitrariamente y llevado a despoblado; luego de la prolongada detención, el periodista fue encarcelado por casi tres horas.
- El día 10 de mayo, en Hermosillo, Sonora, el periodista Gerardo Ponce de León fue atacado en la mañana por dos hombres que lo golpearon con tubos en la cabeza y el cuerpo a las puertas de su oficina, sede de su portal de Internet www.marquesinapolitica.com. Hacía dos meses había afirmado que el alcalde de Hermosillo lo había demandado por difamación y calumnia.
- En Ciudad Victoria fueron atacadas las instalaciones del periódico El Expreso, el 19 de marzo; se trató de una bomba que estalló en el estacionamiento. El diario se reproduce también en Matamoros y Tampico.
- El 11 de mayo, las instalaciones del periódico El Mañana en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron atacadas con armas de fuego y un aparato explosivo. Días después, el editorial del diario expresaba que dejaría de publicar notas relacionadas con las disputas entre grupos del crimen organizado y que sólo lo haría desde la opinión profesional de los analistas.
Los quince eventos registrados no son hechos aislados, sino que comparten un proceso de violencia extrema, que en muchos casos tiene en común la agresión sistemática, la tortura y el descuartizamiento de los cuerpos. Son un agravio radical a la libertad de expresión, pues hacen callar a los periodistas y hasta a las propias instituciones, que prefieren omitir la realidad violenta que seguir siendo dañados.
Al no estar garantizando la seguridad de los comunicadores, el Estado impone la ley de la mordaza. En este sentido, la organización Artículo XIX, documentó 565 agresiones contra periodistas, medios y trabajadores de la prensa entre 2009 y 2011; de ellas 303 fueron atribuidas a funcionarios públicos y sólo 77 a la delincuencia organizada. Esto comprueba por qué la mayoría de los responsables siguen libres y dispuestos a seguir acallando a los periodistas que hacen visible sus crímenes tan aberrantes. En esta ola de violencia, exigimos que se encuentre a los responsables y que se instrumenten adecuadamente las políticas públicas de la nueva Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.