En un boletín de prensa difundido el día de ayer, la organización Rosa Luxemburg Sitftung dio a conocer que el premio alemán de la Paz de Aquisgrán, Alemania, otorgado a Alejandro Cerezo y al Comité Cerezo México, tiene dos fines: reconocer el trabajo de las y los activistas de derechos humanos en México y visibilizar internacionalmente al Comité Cerezo y a sus integrantes, para minimizar las amenazas de muerte en su contra.
En conferencia de prensa, Alejandro Cerezo agradeció el premio y recordó que no sólo se debe a su trabajo, sino a la colaboración conjunta que todo el Comité Cerezo realiza día con día para documentar las violaciones de derechos humanos que se comenten en contra los defensores en México. Destacó también la importancia del premio “en un contexto de guerra” y en medio de amenazas de muerte, pues de alguna manera “legitima el trabajo del Comité ante actores que todavía no nos consideran defensores de derechos humanos”. Asimismo, denunció la configuración de un «Estado terrorista» en México, que usa el paramilitarismo para renunciar a la responsabilidad que tiene de salvaguardar el derecho a la libertad de expresión y a la defensa de los derechos humanos.
Cabe decir que desde el año 2011 a la fecha, el Comité Cerezo ha registrado más de 204 violaciones de derechos humanos a defensores de derechos humanos, de las cuales 122 son ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y prisión política, mientras que 87 se catalogan como amenazas e intimidaciones producto de su labor. Todo esto, en un contexto de uso desproporcionado de la fuerza pública, militarización e impunidad, lo cual lleva a generar un clima de tensión y permanente conflicto entre los ciudadanos y el Estado.
En la conferencia de prensa estuvo presente Daniel Zapico, de Amnistía Internacional, el antropólogo Gilberto López Rivas y Clara Meyra, representante del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, quienes reconocieron la labor que ha realizado el Comité Cerezo México durante sus diez años de existencia.