Algunos de los estados de la República con más violencia son Guerrero y Michoacán. Ambas entidades tienen los índices más altos de personas asesinadas; además, hay desplazados y los grupos criminales se reparten impunemente el territorio. También en ellos ha habido una expresión estudiantil que ha sido relevante. El 12 de diciembre los jóvenes estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa tomaron la autopista de Chilpancingo; ahí la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó que hubo dos ejecuciones extrajudiciales, el intento de fabricar delitos, actos de tortura policiaca, tratos inhumanos y degradantes en contra de los detenidos y abuso de autoridad. En marzo, los estudiantes de la Escuela Normal de Tirepetío, Michoacán, tomaron 27 autobuses de pasajeros, para presionar más en sus demandas: la asignación de plazas a los egresados de las ocho escuelas de la entidad, incremento al monto de las becas y de la matrícula.
Los eventos represivos contra la Normal Rural Vasco de Quiroga y la Normal de Ayotzinapa se dan en un contexto de control y extermino de las Normales, por eso la respuesta violenta de los estudiantes. Del mismo modo, el 28 de abril, los jóvenes estudiantes de la Universidad de Michoacán tuvieron algunas muestras violentas donde llevaron a la cárcel a un grupo considerable jóvenes, después de algunos procesos de investigación sólo quedaron en la cárcel diez de los jóvenes. También aquí hubo abusos con una fuerza desproporcionada. Contrasta que en el caso de las violaciones a los derechos humanos, los presuntos responsables pueden salir pronto libres porque la acusación no ha ratificada; en cambio, por las torturas no ha sido nadie procesado.
En apoyo a los estudiantes detenidos ha habido acciones como la toma de carreteras y el cierre de la Universidad de San Nicolás de Hidalgo en demanda de que el gobierno del estado los libere. Como respuesta, el sábado 12 de mayo arribaron a Michoacán 800 policias federales para resguardar las casetas de cobro y las carreteras de las regiones de Patzcuaro, Uruapan y Morelia, con la clara consigna de evitar que los estudiantes las vuelvan a bloquear.
Una legisladora de oposición se manifestó contra el linchamiento que se ha desatado contra los jóvenes, así como a la violación de los derechos humanos. “La autoridad infringe las normas y sobrepasa sus propias capacidades”.
Los jóvenes de Michoacán supuestamente quemaron tres automóviles oficiales y además han tomado carreteras; sin embargo, esto no es pretexto para reprimir con toda la fuerza del Estado. Ambas instituciones parecían reivindicar propuestas ya aceptadas, después de ciertas negativas del gobierno; sin embargo, las represiones parecen tener el signo de una venganza aún no consumada. Estos procesos recuerdan a Tlatelolco, en cuanto los estudiantes son uno de los grupos más vulnerables y desprotegidos, pero también críticos y entusiastas.
Es pues, necesario, que bajo el signo de la confusión en la que estamos no permitamos violaciones a los derechos humanos de los estudiantes.