A pesar de la predominancia de un discurso vacuo que despoja de su sentido participativo a lo electoral y pretende limitarlo a la mera contemplación de anuncios comerciales diseñados para generar reacciones irreflexivas de una sociedad manipulada por los medios de comunicación, un sector importante de la sociedad aún reivindica la memoria como herramienta de acceso a la justicia. Una de las piezas fundamentales del rompecabezas de la memoria, sin duda lo constituyen los graves hechos ocurridos hace ya seis años en San Salvador Atenco.
Los días 3 y 4 de mayo de 2006 el pueblo de San Salvador Atenco fue ocupado por fuerzas policiacas estatales y federales, quienes en un operativo coordinado detuvieron y agredieron con brutalidad al menos a 207 personas; en los hechos, 47 mujeres fueron víctimas de tortura sexual perpetrada por policías que expresaban un odio incomprensible a una población caracterizada por la resistencia.
Los hechos de ese día comenzaron de una manera no casual. Algunos floristas que tradicionalmente vendían flores a las afueras del mercado de Texcoco habían sido advertidos de que no deberían seguir haciéndolo. Ante ello, buscaron el apoyo del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Hubo algunas negociaciones que parecieron atenuar la tensión al conflicto; sin embargo, por la mañana del día 3, éste estalló cuando 150 granaderos impidieron a ocho floristas ejercer su oficio. Hubo resistencia.
Existen testimonios que afirman que la presencia policiaca no fue súbita, sino que los policías habían comenzado a permanecer ahí desde quince días antes, esperando una situación propicia para intervenir. Según algunas versiones, dicho desalojo respondió al interés de los funcionarios públicos para llegar a un acuerdo con Walmart. Parece también atinada la afirmación de una de las jóvenes agredidas, en el sentido de que había una intención de desplazar el referente simbólico «Atenco» de la imagen de la resistencia a la representación del castigo. Por eso el exceso policiaco en ese contexto es una provocación para detonar la indignación popular y luego criminalizarla.
Posteriormente a los primeros enfrentamientos, en los que fueron detenidos Ignacio del Valle y 31 personas más, se dio un repliegue táctico de ambas partes que favoreció la posibilidad de impactar de una manera más artera al movimiento civil, que en ese momento tendía puentes a través de la Otra Campaña. Los policías fueron acuartelados y azuzados como dos años antes, en Guadalajara. Sólo que en esta ocasión ellos sabían que tenían al tiempo de su lado. A Atenco arribaron una gran cantidad de personas solidarias con la situación que se vivía: activistas, periodistas, anarquistas y una importante diversidad que, sin saberlo, fue encerrada como tres años antes, durante las movilizaciones contra la OMC en Cancún. Cercados ellos, la noche cayó como un telón que se levantaría muy temprano al día siguiente.
Apenas en la madrugada la orden surtió efecto, cuerpos casi militarizados ocuparon el pueblo, deteniendo arbitrariamente al menos a 145 personas, ingresando a casas habitación sin orden judicial de por medio y vejando a todos con quienes tuvieron contacto. Durante el operativo al menos 47 mujeres sufrieron tortura en su modalidad sexual; once de ellas continúan la batalla ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Distintos organismos de derechos humanos, entre ellos el Centro Prodh y Amnistía Internacional, así como los abogados de los otros procesados y la sociedad civil, pugnaron por que los hechos de San Salvador Atenco sean juzgados adecuadamente por las instancias correspondientes. Lamentablemente los responsables de estas instancias fueron precisamente quienes ordenaron los operativos que hemos reseñado apretadamente aquí. Los presos políticos surgidos de esta salvaje represión ya han sido liberados, pero la justicia no se ha aplicado para quienes cometieron abusos en dicho operativo.
Ante esta situación, las jovenes mujeres que nacieron dolorosamente en Atenco a un otro papel en su vida, nos han demostrado su infinita capacidad para reinventarse a sí mismas a partir de la generosidad de hacer de una desgracia propia una bendición para los demás. Ellas decidieron tomar su destino en sus manos y muchos de nosotros, humildemente, las acompañamos en su nuevo sueño. A seis años de aquellos terribles acontecimientos hoy presentan un libro testimonial que analiza, desde la academia y la vivencia los hechos de Atenco.
¡Acompáñalas hoy jueves 3 de mayo en el Centro Prodh! Estarán presentes y podras llevarte un libro con su testimonio. ¡Acompáñalas también al mitin que tendrán a las 16 horas en el Palacio de Bellas Artes!
Además, haz campaña por las Mujeres de Atenco en tus redes sociales:
- Difunde en tus redes sociales (Twitter, Facebook, etc) mensajes con los hashtags: #AltoalaTorturaSexual y #MujeresAtenco #6años #NingunaMas
- Menciona en estos mensajes la cuenta oficial de twitter de Enrique Peña Nieto @EPN y de Felipe Calderón @FelipeCalderon
- Cambia tu foto de perfil de Facebook y Twitter a la imagen conmemorativa del Sexto Aniversario.
- Ingresa a la página del Centro Prodh y baja las imágenes que puedes colocar en tu perfil de facebook y twitter.
- Diles a los demás que también la cambien.
- Firma la carta de solidaridad para las mujeres denunciantes en porellas.org. Hoy se presentarán los resultados de esta campaña.