El día de ayer, 26 de abril, el Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL) presentó su XV informe anual sobre violaciones a los Derechos Humanos Laborales en México durante el 2011, al que titularon “La Docena Trágica se Va, Viene la Alternativa…”. En este, hacen un balance de las acciones del panismo en el gobierno, su relación con los mundos del trabajo y con las violaciones a los derechos de las y los trabajadores mexicanos; así mismo, denuncian que el autoproclamado «presidente del empleo», Felipe Calderón, dejará como herencia uno de los peores resultados en materia de empleo y salarios.
El CEREAL detalló que por cada empleo formal en el sexenio, se generaron tres empleos informales, es decir, alrededor de 185 mil empleos formales por año, lo que representa 32.6 por ciento de los mexicanos con ocupación (1.3 millones de empleos formales creados). Cada día, alrededor de 645 mexicanos/as engrosaron las filas de la desocupación abierta (la tasa oficial creció 62 por ciento) y unos/as mil 400 las del sector informal de la economía (crecimiento cercano al 72 por ciento; 77 de cada 100 mexicanos quedaron fuera del empleo formal).
Señalaron que la precarización del trabajo sucede particularmente, en las medianas y pequeñas empresas, 38 por ciento de los asalariados del país, es decir cuatro de cada diez trabajadores asalariados en México carecen de cualquier tipo de prestación social y laboral: desde servicio médico y aguinaldo, hasta vacaciones, reparto de utilidades o prima vacacional (10 millones 941 mil 815 trabajadores en esta situación, reportó el Censo de Población y Vivienda 2010).
El XV Informe Anual sobre Violaciones a los Derechos Humanos Laborales en México durante el 2011 presentado por el CEREAL, engloba las dos administraciones panistas y determina que en ambas existen elementos que demuestran una política de sistemática subordinación a la política económica, al servicio de los intereses de las cúpulas empresariales y de la autodenominada clase política. Sólo como ejemplo de esto, nombraron los casos pendientes de solución y acceso real a la justicia como Pasta de Conchos, Cananea, Luz y Fuerza del Centro, la persecución y hostigamiento en contra de los sindicalistas del mexicano de electricistas, Mexicana de Aviación, el pozo 3 de Binsa y la minería del carbón, la huelga en la fábrica le estrella de Parras Coahuila, la persecución y crímenes en contra de periodistas y trabajadores de los medios.
El CEREAL detectó como constante un patrón de violación a los derechos humanos laborales: represión e intimidación como respuesta a las demandas de los trabajadores, retraso o negativa a hacerles justicia y la colaboración de las mismas autoridades para satisfacer, contrariando la ley, los intereses de las empresas o sindicatos, así como un incremento en el desempleo, la informalidad laboral, un crecimiento económico virtualmente nulo y la pérdida acelerada del poder adquisitivo del salario, lo que día a día sepulta las esperanzas de millones de trabajadoras y trabajadores mexicanos de alcanzar una vida digna, en base a un empleo formal, pleno, productivo y bien remunerado.
Los quince informes del CEREAL han dado cuenta de la resistencia de los trabajadores, de iniciativas favorables y de ataques, persecución, negligencia y corrupción; desde hace quince años demandaban el reconocimiento constitucional de los derechos humanos laborales.