Encadenada a la CNDH, familia yucateca exige justicia

Fiscalía, CODHEY y CNDH vulneran derechos de agraviados

Al extremo de encadenarse ante la CNDH ha tenido que llegar una familia yucateca que perdió a su hijo para ser atendidos por esa instancia nacional después de meses de inacción de la Codhey que con su dilación ha protegido la negligente actuación de la fiscalía estatal y del gobierno de Ivonne Ortega.

José Felipe Castillo Tzec fue encontrado sin vida en julio de 2011. Un expediente que exhibe un manejo poco escrupuloso de la fiscalía yucateca en el que no coinciden fechas ni horas y ni siquiera nombres de envío y recepción de la necropsia, por mencionar algunas irregularidades, concluye que José Felipe Castillo Tzec se suicidó.

A pesar de las evidentes irregularidades que a simple vista indican que se han vulnerado derechos de la víctima y de sus familiares, a pesar de los nueve meses transcurridos, la Comisión de Derechos Humanos del estado de Yucatán no ha emitido la recomendación correspondiente.

La CNDH, por su parte, recibió el caso y la expresa petición de intervenir desde hace tres meses, pero fue hasta el lunes 23 de abril, cuando Marco Antonio Castillo y Rosario Tzec —papá y mamá de José Felipe— se encadenaron, cuando decidió atraer el expediente.

Marco Antonio y Rosario han comenzado a participar junto con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

Este caso exhibe a la fiscalía yucateca, a la Codhey y a la propia CNDH. El equipo Indignación deplora la persistente negligencia que exhiben estas instancias que desprotegen y agravian a la sociedad y dejan constantemente en la indefensión a quienes ven vulnerados sus derechos. Deploramos que una familia tenga que llegar a extremos como encadenarse para ser atendida.

Un caso tan grave como es el de Roberth Tzab Ek, quien falleció en la cárcel de Tekax en agosto de 2010 en condiciones que obligan a sospechar tortura, se ha enfrentado también a la corrupción y/o actuación negligente de Ministerio Público, Fiscalía, Codhey y CNDH por acciones u omisiones.

En el caso de Roberth Tzab Ek la entonces procuraduría, sin media investigación, descartó la participación de elementos policíacos y únicamente investigó al médico. La Codhey se tomó más de un año en emitir una inocua recomendación que el hijo de Roberth Tzab impugnó ante la CNDH desde hace casi siete meses, sin que hasta la fecha se tenga una respuesta.

En el caso de José Felipe, al desaseado manejo del expediente, a la vulneración al derecho a la seguridad jurídica y a la justicia, a la negligente actuación de la fiscalía y de la Codhey se suman, de acuerdo con Marco Antonio Castillo y Rosario Tzec, amenazas y hostigamiento contra la familia, lo cual preocupa a este equipo de derechos humanos.

El equipo Indignación se suma a la justa indignación de los padres de José Felipe y exige a la CNDH emitir las medidas cautelares que protejan a la familia y les permitan retornar a un Estado que les ha negado justicia y los ha agraviado.