Hace unos días, la comunidad de Cherán celebraba un año de organización comunitaria al haberse opuesto al grupo de talamontes que estaban terminando con sus bosques; sin embargo, la alegría fue robada nuevamente por los grupos criminales que el 18 de abril emboscaron a 20 personas de la comunidad que trabajaban en el cuidado del cerro de San Miguel; en este ataque, fueron asesinados Santiago Ceja Alonzo y David Campos Macias y dejaron heridos a Salvador Olivares Sixtos y Santiago Charicata Servin.
Esta comunidad purhépcha tiene una historia de lucha. Hace un año se opuso a quienes talaban árboles en contubernio con grupos armados. Después del secuestro de dos de los compañeros habitantes de la región, decidieron hacer algo contra la devastación de su territorio. El pueblo se organizó en defensa de sus calles, de todos los integrantes y del futuro. Nos enseñó que es posible vivir con esperanza en medio de tanto miedo por las amenazas. Así vivieron meses en los que se organizaron en 200 núcleos para comer, convivir y vigilar. Esta organización los llevó a organizarse mejor como pueblo y les fue aceptada la elección por usos y costumbres.
Incluso otras comunidades, como la de Santa Clara, siguió el ejemplo de la comunidad de Cherán, cansada de extorsiones y la presunta desaparición de personas (más de 20), se rebeló contra la delincuencia organizada y contra las autoridades y bloquearon los accesos carreteros (Morelia-Patzcuaro).
Sin embargo, la guerra desatada por Felipe Calderón ha llevado a Michoacán a un conflicto social muy complejo: los Templarios que gobiernan Tierra Caliente; el ataque masivo en Morelia, e incluso el evento represivo contra los estudiantes de la Normal Rural Vasco de Quiroga, quienes para llamar la atención de las condiciones que están viviendo detuvieron en sus instalaciones a 27 autobuses.
Además del asesinato de sus compañeros, los habitantes de Cherán han recibido imputaciones falsas, en donde los quieren inculpar por la muerte de seis personas más; Salvador Campanur, miembro del concejo mayor afirmó: “Desconocemos el móvil de las seis muertes que está reportando la Procuraduría de Justicia y el modo en que fueron asesinados. Aquí hay disputas internas entre el crimen organizado y los paramilitares y lo que están haciendo las autoridades es hacer aparecer esos muertos como parte de un enfrentamiento que no hubo. Nos quieren culpar de algo que simplemente no hicimos”.
El municipio de Cherán se encuentra en estado de alerta, el Concejo Ciudadano que gobierna el lugar ordenó la suspensión indefinida de clases y llamó a la población a no salir de los límites territoriales de la cabecera municipal. En tanto, el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Seguridad Pública y la PGJE ha movilizado a elementos de la Policía Estatal Preventiva y de la Policía Ministerial hacia la zona, por lo que habremos de estar atentos a que no repriman a la comunidad. Del mismo modo exigimos, junto con la comunidad de Cherán, el desmantelamiento definitivo de los grupos paramilitares, del crimen organizado y de los talamontes de Rancho Seco, Rancho Morelos, Aranza, Paracho, Pomacuarán, Capacuaro y San Lorenzo, que se dedican a la devastación de los bosques, la extorsión, el asesinato y el secuestro.