Este martes 20 de marzo la Primera Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del estado de Guerrero acordó por unanimidad bajo el principio de legalidad, revocar el auto de formal prisión por el auto de libertad para Maximino García Catarino, dirigente de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco (OPIM) y beneficiario de medidas provisionales ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos desde abril del 2009. Después de dos meses de su injusto encarcelamiento, su libertad fue posible gracias al apoyo de su organización (la OPIM) y al intenso trabajo de defensa, documentación y difusión realizado por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan. Según informa hoy La Jornada, Maximino denunció que minutos después de salir de la cárcel de Ayutla de los Libres recibió amenazas de muerte vía telefónica, mismas que atribuyó a miembros de grupos paramilitares e informantes del Ejército mexicano en esa zona.
En su resolución, el Tribunal Superior de Justicia de Guerrero consideró que el licenciado Ynocente Orduño Magallón, Juez Mixto de Primera del Distrito Judicial Allende en Ayutla de los Libres, no valoró adecuadamente las pruebas ofrecidas por Maximino y tampoco observó las contradicciones que presentaban los dos testigos de cargo, por lo que no había elementos de prueba para procesarlo. Por su parte, en entrevista realizada al Presidente del Tribunal de Justicia, éste declaró que entre los argumentos por los que se pudo haber revocado el auto de formal prisión están el de insuficiencia de pruebas, por una carencia de imputación o simplemente porque la prueba de cargo que se consigna es insuficiente para sostenerla en una revisión de la sala colegiada.
Recordemos que Maximino fue detenido de manera arbitraria por elementos de la Policía Investigadora Ministerial de la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero el sábado 21 de enero de 2012 en su casa en la comunidad de Juquila, municipio de Ayutla de los Libres, Guerrero. Los elementos de la Policía Ministerial que lo detuvieron, lo interrogaron sobre el paradero de otros dirigentes de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco. Al no proporcionar la información, Maximino García Catarino fue golpeado en diferentes partes del cuerpo y fue subido a un vehículo oficial en el que lo sacaron de su comunidad sin informar a donde lo transportaban.
Durante su reclusión, recibió distintas visitas de actores nacionales e internacionales que reconocen el trabajo de Maximino. En distintos momentos le acompañaron una delegación de Amnistía Internacional, encabezada por el investigador para México, Rupert Knox; una delegación de la Agencia de Cooperación Misereor de Alemania, encabezada por el encargado regional para México, Eckhard Finister; y el representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Javier Hernández Valencia. También le acompañó una Delegación de la Fundación del Consejo General del la Abogacía Española (CAEG) y finalmente recibió al Visitador General de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del estado de Guerrero (Coddehum), Maestro Hipólito Lugo Cortés.
Amnistía Internacional, quien actualmente está realizando una visita de seguimiento al estado de Guerrero, declaró que pudo confirmar la falta de imparcialidad con la que se llevó a cabo el proceso judicial y la evidencia de que el cargo contra Maximino se debió a una represalia contra activistas de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixtecto (OFPM) por sus esfuerzos para reivindicar los derechos de su comunidad y denunciar violaciones de derechos humanos. Asimismo, señalaron que durante el tiempo que duró su detención Maximino fue un preso de conciencia y que, de ser detenidos los otros cinco miembros de la OPFM , quienes están señalados en la misma causa penal, también serán considerados prisioneros de conciencia por la organización.