El día de ayer, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan dio a conocer su Informe «Migrantes somos y en el camino andamos», en el que a partir del registro y documentación de la situación de la población migrante que es jornalera agrícola, se constata una sistemática violación a los derechos humanos.
La realidad cotidiana de los migrantes internos que se desplazan hacia los campos agrícolas del norte de México refleja la ausencia del Estado mexicano y la falta de implementación de políticas públicas enfocadas a garantizar condiciones dignas de vida y de trabajo. A pesar de que relatores de las Naciones Unidas y representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han hecho señalamientos respecto a la situación, lo cierto es que millones de trabajadores y trabajadoras del campo en México continúan ejerciendo su labor sin protección alguna. Esto, por supuesto, favorece a los empresarios, quienes sin regulación e inspección constante, se enriquecen violando la Ley Federal del Trabajo.
De acuerdo con el Informe presentado, en México hay alrededor de 3.5 millones de migrantes internos, de los cuales, casi el 60% son originarios de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, quienes se dirigen con mayor frecuencia hacia Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur y Chihuahua. De ellos, 60.9% trabaja seis días a la semana y 13.9% todos los días, lo que ocasiona condiciones graves de desgaste físico y riesgos laborales.
Ante esta situación, Abel Barrera destacó que en este sexenio se revirtió lo poco que se había alcanzado en materia de atención a jornaleros agrícolas migrantes; asimismo, hizo hincapié en la complicidad que existe entre las autoridades y los empresarios para mantener con una calidad de vida sumamente pobre a los trabajadores. Por su parte, Javier Hernández, Representante de la Oficina en México de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, señaló que América Latina continúa siendo sumamente desigual, por lo que es importante que las políticas públicas sean efectivas y permanentes.
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