El día de ayer, Navy Pillay, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se pronunció sobre los hechos ocurridos en el penal de Apodaca, Nuevo León, que terminaron con la vida de más de cuarenta personas ahí detenidas.
Al respecto, la Alta Comisionada señaló que se encuentra alarmada por los asesinatos y recordó el caso de la prisión de Altamira, Tamaulipas, cuando el pasado 4 de enero, en un enfrentamiento entre grupos rivales, fueron muertas 31 personas y trece resultaron heridas.
Ante la grave situación que enfrentan las cárceles mexicanas, Navy Pillay instó a las autoridades mexicanas a asegurarse de llevar a cabo una investigación exhaustiva e independiente sobre los hechos; asimismo, destacó que los responsables de lo ocurrido deben ser llevados ante la justicia y que el gobierno mexicano tiene que poder prevenir este tipo de ataques.
Cabe decir que el caso de Apodaca es muestra de la crisis de la situación penitenciaria en el país; por lo tanto, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se pronunció porque el gobierno mexicano garantice que se mantengan condiciones dignas de vida para quienes se encuentran en las cárceles del país; asimismo, hizo un llamado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para seguir de cerca esta situación.