El lunes de esta semana se publicó en diversos medios de comunicación la imposición de una cuantiosa multa al municipio de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México, por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) debido a la falta de saneamiento del tiradero de basura de San José Huilango. La sanción administrativa, que asciende a los dos millones de pesos, fue resultado de diversas denuncias populares interpuestas ante la autoridad ambiental federal por vecinos del conjunto urbano de Lomas de San Francisco Tepojaco.
Cabe recordar que el fraccionamiento de interés social Lomas de San Francisco Tepojaco se construyó por las empresas Profusa Cuautitlán, S.A. de C.V., Desarrollo Metropolitano y CAME a escasos 280 metros del relleno sanitario a cielo abierto de San José Huilango, el cual ha funcionado más de veinte años y no cumple con ninguna medida que aminore la contaminación ambiental.
Este complejo habitacional, conformado por once mil viviendas, comenzó a habitarse en 2002 por derechohabientes del INFONAVIT, FOVISSSTE, ISSFAM, entre otras. Hoy en día, 45 mil personas se enfrentan con problemas de salud como resultado de los gases emitidos por la basura en estado de descomposición o por químicos vertidos en el relleno; la presencia de basura por todos lados; y severas afectaciones al agua de la zona por el escurrimiento de lixiviados.
Como antecedente, cabe decir que en 1999 la entonces Secretaria de Ecología del Estado de México otorgó la autorización de manifestación de impacto ambiental, condicionando la construcción del fraccionamiento al cumplimiento de ciertas condiciones que mitigaran las afectaciones al medio ambiente y a la salud de los habitantes. Dichos requerimientos fueron incumplidos por las empresas constructoras.
Desde 2007, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México ha recibido denuncias formales por esta situación. Sin embargo, fue hasta 2010, que la ahora Secretaría de Medio Ambiente estatal ordenó la clausura del tiradero. En su lugar se utilizaría, como afirmó la alcaldesa de Cuautitlán Izcalli, el relleno sanitario “Bicentenario” ubicado también en las inmediaciones del conjunto urbano, mismo que hoy recibe toneladas de residuos del área metropolitana como resultado del cierre del Bordo Poniente. No obstante, en febrero de 2011 se decidió, en contra de los intereses de la comunidad, reabrir el tiradero materia de la multa.
A la fecha, el grado de contaminación y los nauseabundos olores han provocado enfermedades respiratorias, gastrointestinales, infecciones en los ojos, alergias, infecciones en la piel, envenenamiento por los gases y muchas otras. Por estas graves violaciones a los derechos a la salud y medio ambiente sano cometidas en agravio de miles vecinos y vecinas de Lomas de San Francisco Tepojaco y zonas aledañas, la multa impuesta por la PROFEPA al Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli resulta insuficiente. La única solución posible para cesar los problemas de salud que presentan los habitantes del lugar es el cierre definitivo del tiradero de San José Huilango.